Como último relato antes de las vacaciones de verano, he querido rescatar uno que escribí al poco de abrir este blog y que debería hacernos reflexionar sobre la soledad y las relaciones humanas. Espero que os guste. Volveré en septiembre. Que seáis felices,
Alfonso era un ni-ni, ya no estudiaba ni tenía
trabajo. Y estaba solo. Los días le pesaban como una losa y el tiempo
transcurría sin aliciente alguno. Y seguía cada vez más solo.
Sus únicas compañías acabaron
siendo su perro y su ordenador, y aunque los dos eran ya muy viejos, eran sus
mejores compañeros. Y la música. Bueno, y recientemente Eva, su amiga del chat.
Todos los días, tras
sacar a pasear a Rocco, a eso de las ocho de la mañana, Alfonso se sentaba
frente al ordenador y se conectaba a ese chat que tanto tiempo le ocupaba. Sólo
desconectaba para dedicarle a Rocco los cuidados más imprescindibles: su comida
y sus paseos de la mañana, del mediodía y de última hora de la tarde. Poco más
le preocupaba, ni siquiera su aseo personal. Pero su rutina y su vida habían
cambiado desde que apareció Eva para llenar ese vacío que su amarga soledad le
producía.
Eva apareció un buen
día de la nada, como una aparición, como caída del cielo, y desde entonces se
había convertido en su única amistad, en su ángel protector.
Desde entonces, cada
día, sin excepción, esperaba que, de un momento a otro, Eva apareciera en
pantalla en forma de un círculo verde junto a ese curioso Nick, eva0513, y un texto que, en pocos minutos, llenaba la
pantalla y su miserable vida de alegría.
Eran almas gemelas, de
eso no había duda. Durante el mes escaso que llevaban chateando, ya habían
establecido un sólido y hermoso vínculo. No sabía cómo era físicamente, pero no
hacía falta pues a él sólo le interesaba la belleza interior. Si ella no le
había pedido una fotografía suya, él no iba a ser menos. No quería que pensara
que era un hipócrita después de todo lo dicho sobre la nimiedad que era para él
el físico y la edad. Con lo que trascendía de esas palabras que aparecían en la
pantalla a raudales ya tenía más que suficiente para saber cómo era ella, no
necesitaba más. Coincidían en todo, al menos en todo lo realmente importante.
No había tema tabú, todo era tratable y discutible: la vida, la muerte, la
religión, el sexo, la política, a todo
le habían sacado punta y para todo Eva tenía respuesta. Hasta en la música
tenían los mismos gustos.
Hablar o, mejor dicho,
chatear con Eva era un placer, tan inteligente, tan sensible, tan romántica,
tan… de todo como era. El tiempo le pasaba a Alfonso volando, sin saber qué
hora era, si no fuera por el pobre Rocco que le avisaba, puntualmente, de las
necesidades básicas, tanto las humanas como las caninas. En realidad, no podía
decirse quién cuidaba a quién.
Alfonso vivía en una
nube de algodón, flotaba, nunca había sido tan feliz. Excepto dinero, lo tenía
todo. Pero si seguía así, le cortarían el suministro de agua, luz, gas y teléfono
y, lo peor de todo, lo acabarían echando a la calle pues ya debía varios meses
de alquiler. Viviría en la indigencia. Sólo Rocco seguiría a su lado. Y
entonces adiós Eva, pues de nada le serviría el viejo ordenador, si es que se
salvaba del embargo. Pero eso no lo iba a permitir. Estaba dispuesto a
prescindir de todo menos de ella. Sin ella no podría vivir. Lo era todo.
Se lo confesaría, le
diría toda la verdad: que estaba arruinado, que era un paria, un desgraciado,
un solitario. Hasta entonces no le había mentido jamás pero sí ocultado la
verdad, que era una forma de mentir. Ella le perdonaría y le comprendería. A
fin de cuentas lo había hecho por amor a ella, por temor a decepcionarla y a
perderla. Era un perdedor y sólo la tenía a ella. Ella le aconsejaría, le
ayudaría. Eva siempre tenía respuesta para todo.
Pero desde que se lo
contó, no había obtenido respuesta alguna. La conexión parecía haberse evaporado
como por arte de magia y por mucho que insistía, no recibía ninguna señal de su
presencia.
Habían pasado ya varios
días y el círculo verde no se activaba, se mantenía constantemente en rojo. No
había nadie al otro lado. Estaba solo, nuevamente solo. ¿Qué había ocurrido?
Eva no era así, no podía ser que lo hubiera abandonado por haberle contado la
verdad, ahora que tanto la necesitaba. ¿Y la comprensión? ¿Y los sentimientos?
¿Qué había sido de ellos?
Pero lo que Alfonso no
sabía era que las máquinas no tienen empatía, ni sentimientos. Porque eva0513
no había sido programada para reaccionar ante esos temas tan complejos propios de
los seres humanos: el amor, la tristeza y la soledad.
Al otro lado de la red,
eva0513 seguía trabajando para otros amigos menos “conflictivos”; así era tal
como había sido diseñada, la primera unidad de la serie nacida en mayo de 2013
y desarrollada por la Engineering Vermont
Association (EVA) de Nueva
Inglaterra.
Ay, pobre Alfonso. Lo que le faltaba, poner toda su confianza y todo el sentido de su vida en una máquina que solo responde a algoritmos. No se puede confiar en lo que resulta tan maravilloso que parece mentira porque a veces es mentira.
ResponderEliminarMuy buen relato. Disfruta de tus vacaciones y en septiembre volvemos a leernos. Yo no suelo tomar vacaciones. Seguiré publicando sin prisas ni agobios, según vaya escribiendo.
Un beso y felices vacaciones (blogueras).
Si ser rechazado por una amiga de carne y hueso ya debe resultar duro, no me imagino la decepción al descubrir que uno ha estado intimando con una máquina y que, además, te ha dejado colgado. Yo incluso diria que esto es peor que descubrir que la persona con la que has estado chateando no es quien te ha hecho creer.
EliminarEspero relajarme más que de costumbre porque, por lo menos, después de la segunda quincena de julio, ya no tengo programada ninguna visita médica, je, je.
Un beso.
Muy interesante relato. Y plenamente vigente. Incluso más que cuando lo escribiste.
ResponderEliminarFelices vacaciones.
Un abrazo.
Pues sí que sigue siendo vigente, pues la soledad y la falta de una amistad confiable está, por degracia, a la orden del día.
EliminarFelices vacaciones,
Un abrazo.
Diuen que la realitat pot superar a la ficció, i sembla que aquesta idea del teu relat ja es una realitat amb la intel·ligència artificial. Potser ara, no es desactivarà per mes coses que li expliqui, però seguirà sent un algoritme sense cor.
ResponderEliminarEspero que el nostre protagonista, aconseguís trobar una Eva de veritat, que si li respongués i compartís els seus pensaments i inquietuds.
Bon relat, amic !, bones vacances i fins aviat.... i no desapareguis com Eva0513 :)
Si ja es donen molts casos d'enganys a través d'aplicaciones informàtiques, i van en augment, ens hem de preparar per quan s'utilitzi, com bé dius, la IA. Tant de bó que el protagonista d'aquesta història pugui trobar una ma amiga de debó, tot i que l'espera un futur a curt termini molt negre.
EliminarPrometo que tornaré passades les vacances d'estiu, he, he.
Una abraçada.
Un relato de plena actualidad que concuerda con esa soledad que parecen sentir los jóvenes cuando lo tienen todo para socializar y disfrutar de las relaciones humanas. Como dice, Macondo, un texto aún más vigente que en su momento. Muy feliz verano, Josep, y nos leemos a la vuelta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ya me estoy imaginando a quienes utilizan Tinder, y otras aplicaciones para encontrar pareja, llegando a ligar con un robot, je, je. Si ya actualmnete se puede fingir una identidad falsa, con la IA, aparecerá en pantalla un cachas o una belleza escultural para luego descubrir la dura realidad.
EliminarQue pases unas felices vacaciones de verano.
¡Hasta la vuelta! Un abrazo.
Hola, Josep, una historia que hace unos años la podríamos tachar de ciencia ficción, pero que ahora casi es casi algo cotidiano. A veces hablo con la Alexa de amazon y le pregunto tonterías como si le cae bien la Siri del ifone, o qué es el amor o si sabe el sentido de la vida, pero no me extrañaría que haya gente que humanice esos aparatos, como la película Her.
ResponderEliminarEn fin, genial punto de vista expuesto en el relato, y veo que hace más de diez años que lo escribiste, te adelantaste a los tiempos, je, je.
Feliz verano, Josep, y un abrazo
Del mismo modo que lo que hace años parecía ciencia ficción y ha acabado siendo real, lo que hoy parece ficción, en un futuro no muy lejano será un hecho cotidiano.
EliminarLa soledad siempre ha existido, pero hoy en día se percibe y se manifiesta de otro modo, y a veces las nuevas tecnologías, en lugar de acercar a la gente todavía la aleja más. Solo hay que ver cómo los WhatsApp y otras aplicaciones del móvil han sustituido a una conversación cara a cara.
Los que más pueden sacar partido de un asistente virtual (sea Alexa o Siri) son las personas mayores que viven solas, pero acabar tejiendo con ello/as un vínculo humano no es bueno. Mejor un vecino, un amigo o un cuidador.
Pero ¡ojo!, yo también le he pedido a Alexa alguna chorrada, solo para comprobar cómo reacciona, je, je.
Feliz verano y un abrazo.
Hola, Josep Maria.
ResponderEliminarMe da mucha pena tu personaje, no por la soledad, sino por su poca vida, no podemos quedarnos ahí perenes, esperando el qué, porque los frutos no caen del cielo, y tampoco deberíamos engancharnos del aliento de nadie para continuar, es bastante egoísta, apoyarnos sí, pero no crear lazos afectivos dependientes como este hombre. Al final se ha quedado sin nada, pero es que algo raro es que encuentres uno tan igual a ti, ja, ja, ja. Espero que espabile, ;)
Felices vacaciones, disfruta muchísimo del verano.
Un beso.
Hola, Irene. Yo creo que cuando la soledad se cronifica, hace que quien la padece se vuelva inactivo e incluso pusilánime, algo pernicioso que agrava su estado físico y mental. Ante su situación límite, mi protagonista se ha agarrado a un clavo ardiendo, en forma de esa misteriosa Eva, como única forma de sobrevivir a su desamparo. Ojala se dé cuenta de la realidad y, como dices, espabile, por muy difícil que lo tenga. Espero que encuentre una mano amiga que le ayude a salir del pozo en el que se encuentra.
EliminarUn beso y que pases unas felices vacaciones.
Al parecer un relato antiguo, pero todavía vigente, y más vigente que nunca, gracias a la IA. Un poco visionario sí que fuiste, Josep. Yo que tú, le consulto a la bola de cristal los próximos números de la lotería jeje O quizás te inspiraste en la película "Her", con Joaquin Phoenix y Scarlett Johansson. Te la recomiendo con todo el entusiasmo posible que le pueda poner a mi recomendación. Confío en que te va a gustar, dado que te interesa esta temática y dado que la volviste a sacar a flote.
ResponderEliminarSuerte en tus vacaciones. Pórtate mal y pásalo bien.
Va un abrazo, Josep.
Ja, ja, ja. Pues no creo que sea un visionario, en todo caso imaginativo o fantasioso, pues nunca me ha tocado la lotería. Ojalá pudiera predecir el futuro, pero me temo que soy una persona demasiado normal.
EliminarHe oído hablar de la película Her, pero no la he visto. Acabo de consultar en Google y se estrenó en España en febrero de 2014 y en otros países en diciembre de 2013. Mi relato es un poco anterior, de octubre de 2013, así que no pude inspirarme en ese film, que intentaré localizar para verlo y comparar ambas historias, je, je.
Procuraré pasarlo bien siendo malo, dentro de mis posibilidades, ja, ja, ja.
Un abrazo, amigo.
Visitando tu página, por asociación de ideas me has hecho pensar en el próximo post que publicaré en breve sobre la utilización de la obra de Gaudí como escenario argumental de un centenar de films.
ResponderEliminarPartir de algo real para situar un relato, reforzándolo, considero que aporta a cualquier historia mucho más empuje. Suele prestar desde el inicio una credibilidad visual superior a la simple anécdota cibernética.
Enhorabuena por el blog.
Hola, Ana Mª.
EliminarPues me alegro que mi relato te haya inspirado. Nunca se sabe de dónde puede salir una historia. La obra de Gaudí puede ser una fuente de inspiración inagotable.
Un saludo.
¡Hola, Josep! Como te han comentado, el relato, más de diez años después de su escritura, no solo mantiene su vigencia. Diría que ha cambiado de género: de la ciencia ficción al drama social.
ResponderEliminarEl relato impacta. Ese pobre tipo se agarra a lo único en el mundo que le presta un mínimo de atención, sin saber que ese algo está programado para ofrecerlo a cualquiera. Es el negocio de la soledad y un ejemplo de lo que sucede hoy día, un Sistema social incapaz de solucionar los problemas que genera y que se limita a aplicar soluciones paliativas que, de paso, den jugosos beneficios. Un abrazo!
Hola, David. La actitud de mi protagonista podemos encontrarla en otros ámbitos de la sociedad. Los descontentos con el trato que reciben de un gobierno, abrazan otras ideologías solo para ver si pueden revertir la situación, sin pensar en sus aspectos negativos. La soledad de Alfonso le hizo lanzarse en brazos de una desconocida que le llenaba sus carencias sin improtarle quién era en realidad.
EliminarUn abrazo.
Hola Josep. Normalmente recuerdo las historias que alguna vez has rescatado pero esta no me sonaba y me ha encantado como todo lo que escribes.
ResponderEliminarMe imaginaba que era un robot, pero la historia tiene miga, porque se podría aplicar a las amistades humanas, ya que cada vez estamos más deshumanizados y los problemas de los demás nos abruman...
Siempre un placer Josep.
Te dejo un gran abrazo y el deseo de que pases un verano estupendo.
Hola, Elda. Cuando revisé quién había dejado algún comentario a este relato, de los pocos que hubo, no figuraba el tuyo, por lo que no debiste haberlo leído, pues eres una incondicional, je, je. Quizá por aquel entonces todavía no nos conocíamos. Así pues, me alegro que te haya gustado esta historia que pone en relieve la soledad que sufren algunos y de cómo reaccionan a ella de una forma desesperada.
EliminarUn fuerte abrazo y feliz verano.
Para que luego digan que la IA lo va a invadir todo, ¡ni de coña! Yo no me veo tomando cañas con el ChatGPT ;)
ResponderEliminarGenial historia y poniendo el dedo en la llaga.
Un beso.
El CharGPT puede ser muy útil en ocasiones muy especiales, pero desde luego no podrá sustituir al ser humano, por mucho que se empeñen.
EliminarGracias por tu comentario.
Un beso.
Paso a saludarte despues de un descanso de dos meses. Tu relato me ha encantado, muy de actualidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Conchi. Espero que hayas descansado lo suficiente como para volver al tajo, je, je.
EliminarMuchas gracias por venir a leerme y me alegro que te haya gustado lo que has leído.
Un abrazo.
Bienvenido de vuelta, Josep. Espero te hayas portado mal y pasado bien jeje Va un abrazo.
ResponderEliminarHola, hola. Lo he pasado todo lo bien que me han dejado, je, je. Espero que tú te hayas aplicado tus propios deseos.
EliminarUn abrazo