lunes, 3 de noviembre de 2014

La mejor decisión


Ignacio estaba atravesando el peor momento de su vida. Se había quedado sin trabajo y las deudas se acumulaban. Y todo sin que su mujer y sus tres hijos supieran nada al respecto.

Seguía madrugando para aparentar normalidad y se lanzaba en busca de algo que le sacara de su situación. Llevaba dos meses así sin que encontrara nada digno de valor.

Pero ese día, muy temprano, al iniciar su periplo en pos de la fortuna, vislumbró, en el suelo, junto a una papelera, un billetero de piel de cocodrilo. La abrió con cierta aprensión, pues él no era de esos que se quedan con lo ajeno, pero pensó que unos cuantos billetes no le irían nada mal.
 
Oculto tras la marquesina de la parada del autobús, revisó el interior de aquel billetero que, sin duda, pertenecía a alguien adinerado. Y tras pensárselo detenidamente, y no sin ciertos escrúpulos, tomó una decisión. Arrojó el objeto a la papelera, sin ni siquiera comprobar a quién pertenecía, y solo se quedó con lo que le pareció que le solucionaría su problema durante más tiempo que los cuatro billetes de cien que había en su interior: una tarjeta opaca de Bankia.
 

4 comentarios:

  1. ¡Que oportuno!
    Me alegro por Ignacio, Josep. La suerte debería ponerse de vez en cuando de parte de los débiles, ¿verdad?
    Un abrazo, amigo.

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    1. Pues sí, y creo que Ignacio sabrá utilizar el dinero para fines más dignos que el titular de la tarjeta perdida.
      Muchas gracias y un abrazo.

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  2. Ah qué bueno!!, un tema muy actual, lo que pasa que le van a coger, jajaja.
    No esperaba este final, está genial.
    Como siempre un placer recorrer tus letras Josep.

    Gracias por tus árbolitos, los encontré en imágenes de Google.

    Abrazos.

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    1. Espero que no le cojan, al pobre. Por una vez que tiene suerte...
      El placer es mío teniéndote nuevamente por aquí.
      Me alegro que hayas encontrado los arbolitos. Supongo que los "míos" salieron del mismo sitio, no lo sé, pues fueron mis hijas que me montaron y diseñaron este blog como regalo de mi cumpleaños en 2013. Gracias a ellas, empecé a llenarlo de historias.
      Un abrazo.

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