Por Germán, mi vecino de enfrente, supe que teníamos
una nueva vecina, una rubia despampanante. Había alquilado el piso encima del
mío. Esperaba no tener que volver a soportar el taconeo con el que me había martirizado,
a todas horas, la anterior inquilina. Afortunadamente se marchó. No pudo hacer
frente a la subida del alquiler. Lo sentí por ella, pero me alegré. Además del
taconeo, tenía por costumbre poner la música a todo trapo. La de veces que tuve
que subir para pedirle que bajara el volumen, que las ordenanzas municipales prohibían
hacer ruido a partir de las diez de la noche. ¿Cómo sería la nueva?
—Es muy simpática. Ya
lo comprobarás —me dijo Germán.
—Igual es una de esas
rubias tontas —respondí.
—Pues no, tío, debe ser
muy inteligente. Es psicóloga y, además, directora de recursos humanos de una
multinacional —Lo que no supiera Germán….
Durante un tiempo estuve
realmente intrigado, no por sus cualidades, sino porque era el silencio
personificado. Ni siquiera oía el ruido de su puerta cuando entraba y salía. Además,
debía de hacerlo a horas intempestivas, pues nunca coincidía con ella, y eso
que, por mi profesión, tengo un horario muy flexible. Si conociera sus hábitos,
podría hacerme el encontradizo.
Llegué a obsesionarme. Tanto
silencio me desconcertaba. Si tenía televisor, lo debía de poner a un volumen
muy bajo. Si ponía música, debía escucharla con auriculares. Y, desde luego,
no recibía visitas. Todo un misterio para mí.
Miré en su buzón. No
había nombre. Esto era muy sospechoso. Solo lo hacen quienes no quieren ser
encontrados.
Le pregunté a Germán si
recordaba el nombre de la Empresa en la que trabajaba nuestra nueva vecina.
—No lo recuerdo, pero,
si tanto te interesa, ¿por qué no se lo preguntas tú?
—Porque no hay forma de
encontrarme con ella.
—De acuerdo, cuando la
vea se lo preguntaré. Pero ¿por qué quieres saber dónde trabaja?
—Porque empiezo a dudar
que sea lo que dice ser, y cuando alguien miente, me resulta muy sospechoso.
—Se nota que eres
policía. Lo tuyo es deformación profesional.
Al cado de dos días,
Germán llamó a mi puerta.
—Me ha dado la
impresión de que no le ha gustado que se lo preguntara. Me ha dicho que para
qué quería saberlo.
—No le habrás dicho que
te he pedido yo que se lo preguntaras.
—Bueno, solo que te
había hablado de ella y que sentías curiosidad.
—Coño, Germán, ahora va
a pensar que soy un fisgón. O algo mucho peor.
—No seas exagerado. Le
he dicho que, como eres policía, te gusta saber a qué se dedican tus vecinos.
—Eres lo que no hay. Si
lo sé no te digo nada. Ahora, cuando la vea, no sabré qué decirle, tendré que
inventarme cualquier excusa.
Pero no hubo forma de
encontrármela, lo cual me hizo sospechar que esa misteriosa mujer, al saber que
era policía, me evitaba.
El caso es que dijo trabajar
en una multinacional de seguros, lo cual me extrañó todavía más. Diréis que soy
excesivamente suspicaz. Forma parte de mi profesión. Una directora de recursos
humanos de una multinacional puede permitirse vivir en un barrio más elegante y
en un piso más caro y confortable.
Ni corto ni perezoso,
indagué en el organigrama de esa Empresa de seguros. No hallé ninguna mujer
ocupando la dirección de recursos humanos. Había mentido. ¿Quién era nuestra
nueva vecina? Desde luego, no quien decía ser.
Seguí esperando a encontrármela.
No hubo forma. Acabé contactando con el propietario de la finca. Había dejado
claro que no quería inquilinos problemáticos.
—Por muy policía que
sea, no puedo darle información de mis inquilinos, a menos que hayan cometido
un delito.
Se lo conté a Germán.
—¿Cómo se te ocurre
preguntar a ese tío? Si se lo comenta, ella te podría acusar de intromisión en
su vida privada.
—Pero, ¿tú la has visto
entrar o salir de ese piso?
—Pues no, pero siempre
que hemos subido juntos en el ascensor ha llamado al tercero y solo el piso de
la segunda puerta estaba por alquilar.
A pesar de todo —uno
que es cabezota—, me tomé unos días de vacaciones para vigilar quién entraba y
salía del piso de arriba. Finalmente, mi tenacidad dio su fruto. Una noche vi
salir apresuradamente a la misteriosa vecina. Iba muy abrigada y con la cabeza
cubierta con una capucha que no podía ocultar su cabellera rubia. La seguí,
pero acabó esfumándose como por arte de magia. Decidí quedarme apostado frente
al portal, esperando su vuelta. Al cabo de unas horas, el frio intenso me hizo
recuperar el juicio. ¿Qué pretendía espiando a aquella mujer? ¿Me estaba desquiciando?
Y todo seguramente por nada. Si estaba metida en un lío, allá ella y, en todo
caso, ya saldría a la luz algún día.
Y se hizo la luz antes
de lo que pensaba. Al cabo de dos días, en la comisaría recibimos una alerta.
Un paseante había encontrado el cuerpo sin vida de una mujer joven y rubia. Por
cómo vestía, debía tener un alto nivel adquisitivo. No llevaba ninguna
identificación. Todo apuntaba a un robo con violencia. Tuve un presentimiento y
le mostré su foto a Germán. Era nuestra vecina.
Quién era en realidad, de quién se escondía, nunca lo supimos. Nadie denunció su desaparición. Una más de las casi seis mil desapariciones que siguen sin resolverse en lo que va de año.
Pues la verdad es que no me gustaría que algo así me pillara tan de cerca, aunque tal como vivimos hoy en día puede ocurrir cualquier cosa, porque ya no conocemos ni a los vecinos. Entran y salen cada uno a sus cosas y tan solo los conocemos de coincidir en las escaleras o el ascensor. ¿De qué se escondería la pobre mujer? Ahí podemos empezar otra historia, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo, Josep
Yo tuve una compañera que desapareció de la moche a la mañana, dejando a su marido y a su bebé de pocos meses. Descubrieron que se había marchado de caaa con lo puesto. Pasaron meses sin saber nada de ella. Padres y marido desesperados por encontrarla. Con el paso de los años, el tema quedó para mí en el olvido. No sé, por lo tanto, si llegaron a localizarla, si se marchó voluntariamente, tuvo algún problema psiquiátrico o se la llevó alguien. Esto es pura realidad, mi relato es ficción, pero de algún modo mimetiza la realidad.
EliminarUn abrazo.
¿A qué se dedicaba? ¿Quién la mató? Si esto fuese una novela me compraría la segunda parte porque me has intrigado, has logrado mantenerme atenta e incluso dejarme ahora con ese misterio, dándole vueltas a ver si lo resuelvo yo :))
ResponderEliminarSAludos.
Una vida en el anonimato. Hay quien se va y no quiere ser descubierto, llevando una nueva vida de incógnito. Quizá mi protagonsta huía de un marido maltratador, de un sicario al que habían pagado para deshacerse de ella... Vaya usted a saber. Quizá tenía mucho que ocultar. El caso es que no quería ser hallada, pero alguien la encontró y se salió con la suya.
EliminarHay muchos casos de desapariciones que nunca se han llegado a resolver y muchos otros de asesinatos en los que jamás se ha encontrado al asesino y que han acabado cerrándose en falso.
Me temo, Manuela, que esta vez no habra segunda parte, je,je.
Saludos.
Vaya nos dejaste con la guinda en la boca :))
ResponderEliminarBuen relato, aunque debería tener una segunda parte, para las curiosas como yo.
Un beso.
Bueno, yo me he limitado a cumplir con las exigencias del guion, es decir de El Tintero de Oro: un personaje del que se habla pero que no aparece físicamente. Y, por otra parte, la historia tiene un final, aunque parezca inconclusa. No sabremos de quién huía la joven, pero quien fuera que la buscaba dio con ella y acabó con su vida. Quizá alguien la citó mediante engaños, haciéndose pasar por su salvador y resultó ser su verdugo. Fin, ja,ja,ja.
EliminarUn beso.
¿y ahora que a pensar a que se dedicaba la pobre chica? vaya me has dejado intrigada, ains. Estaría metida en negocios turbios? es bastante probable, vamos algo bueno seguro que no se traía entre manos , pero la misión de un buen policía es seguir investigando yo de ti lo haría con una segunda parte jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todo vale, Tere. Quizá estaba metida en el tráfico de drogas, quizá se dedicaba a la prostitución y su proxeneta la buscaba para hacerla volver. Quizá... Qué sé yo, je,je. Hay muchos casos así en esta vida, casos que nunca se resuelven favorablemente. Y este, por desgracia, es uno de ellos.
EliminarAquí no le veo mucha salida para una segunda parte, daría más bien para una saga y os acabaríais cansando y yo con los sesos en ebullición, ja,ja,ja.
Un abrazo.
Misterioso relato.
ResponderEliminarEsta vez sí que vas a dejarnos con la curiosidad.
Suerte en El Tintero.
Un abrazo.
Misteriosa mujer, la rubia. No te fíes nunca de las rubias, je,je.
EliminarSí, esta vez dejo el tema como está. Chin pum.
Muchas gracias, Chema.
Un abrazo.
A mi me ha encantado, ignorando, eso sí, el nivel de los otros participantes. Si lo hubiera sabido con tiempo, me habría animado a participar. Aunque, contigo ahí, es difícil ¿eh?
ResponderEliminarUn abrazo y que haya suerte.
Por lo que llevo leío, el nivel del resto de participantes es más bien de nivelazo, je,je. Parece como si lo/as compañero/as bloguero/as se pusieran de tiros largos cuando de trata de un certamen de El Tintero de Oro, ja,ja,ja. YO más bien me considero del montón, así que no me tomes como referencia, je,je.
EliminarUn abrazo.
P.D.- Se agradecen los buenos deseos, aunque ya sé de antemano que no tengo nada que rascar, pero tampoco que perder. Hay relatos muy buenos, mucho más que el mío. Incluso estuve a punto de no presentarme, pero ya que había hecho el trabajo...
Un poco curioso el vecino,... jajaja, aunque imagino que es defecto del animal debido a su profesión. Como te gusta liar las cosas Josep Mª,... para al final dejarnos "colgados" del tercero...
ResponderEliminarMuy bueno, me ha encantado!
Un abrazo!
Creo que si yo fuera policía, sería como ese vecino, ja,ja,ja.
EliminarMe gusta la intriga y dejar a la gente intrigada. Qué quieres que te diga, je,je.
Me alegro que te haya encantado.
Un abrazo.
Ay qué intriga, me ha encantado. ¿Quién era esa rubia misteriosa?¿Por qué terminó así?¿De quién se escondía? POrque claramente se escondía de alguien.
ResponderEliminarYo nunca me he preocupado de mis vecinos hasta que...no puedo decirlo porque aún hay secreto de sumario(parece que quiero hacerme la interesante pero por desgraciano es así) pero en mi portal se escondió un asesino y algunos vecinos hemos sido testigos de la detención(la policía llamó a la puerta, como en las pelis, y nos obligó a estar presentes en la detención). Nunca sabes quien puede estar al lado, en nuestro caso lo había acogido otra persona, por referencias de un tercero. Y oye, se cumple el famoso "y siempre saludaba" y además trabajanba y en teoría era alguien "normal".
Muy feliz día y suerte en el concurso.
Muchas preguntas, Gemma, para las que no tengo respuesta, je,je. Creo que cualquier supuesto valdría. El caso es que no quería ser descubierta, acabaron descubriéndola y acabaron con ella. Yo más bien me preguntaría quién dio con ella después de llevar una vida tan inadvertida. Si supiéramos eso, daríamos con todo lo demás. Pero como las reglas del juego limitaban la extensión del relato a 900 palabras, el policía no ha podido continuar sus pesquisas, ja,ja,ja.
EliminarEn nuestra segunda residencia, se alojaron unos delincuentes albanokosovares muy peligrosos. Una noche, volviendo del cine, mi mujer y yo nos encontramos con un destacamento de los Mossos de Esquadra que se los llevaba esposados. Nunca los habíamso visto, pero tenían un aspecto que daba miedo. Lo peor de todo es que no dieron con el cabecilla y estuvieron rondando el edificio unos policías de paisano durante mucho tiempo. Real como la vida misma, ja,ja,ja.
Un abrazo.
En un estupendo relato participante, con mucha intriga e interesante y que termina dejando al lector lleno de curiosidad, igual que las desapariciones reales que suceden más de lo que se quisiera.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Josep, y más cuando hay que encuadrar el relato dentro de unas normas.
Un abrazo y buen domingo.
Muchas gracias, Elda, por disfrutar de mis intrigas, je,je. Efectivamente, son muchos los desaparecidos, muchos de ellos voluntarios, pero otros no, y que nunca se llega a descubrir lo que les pasó. Ahora estoy viendo una serie española titulada Desaparecidos, donde se pone de manifiesto esta cruda realidad.
EliminarUn abrazo.
Creo que tu protagonista se merece una segunda parte para dotarle de la identidad que nos has dejado sin desvelar. Astuto relato ¡Mucha suerte!
ResponderEliminarSeguro que el policía habría deseado averiguar quién era esa vecina misteriosa y que, desgraciadamente, ha abandonado su vivienda para siempre. Pero en la comisaría tiene que seguir las órdenes de sus superiores. Y, además, ya nos dice que nunca se llegó a descubrir nada, por lo que debemos pensar que el caso se cerró en falso. Fin de la historia, je,je.
EliminarUn abrazo.
Leyendo los comentarios anteriores, querido Josep Mª, creo que vas a tener que resolver resta desaparición (aparición más bien para tu personaje). Desde luego, nos has dejado a todos de lo más intrigados.
ResponderEliminarUn beso.
Pues, lamentándolo mucho, será que no, je,je. Yo ya he cumplido con las bases del concurso y ahí lo dejo. Como ya he dicho repetidamente más arriba, son muchos los casos de este tipo que quedan sin resolver en la vida real. ¿Por qué no puedo dejarlo así en mi historia de ficción?, ja,ja,ja.
EliminarUn beso.
Si en vez de rubia y joven hubiera sido un anciano con una enfermedad crónica la curiosidad hubiera desaparecido ja, ja, ja. Pero es que es has puesto un gancho muy atractivo, Josep ;).El relato cumple al perfección con los términos propuestos y la verdad es que deja con ganas de saber más. Misterioso y muy bien narrado aquí me encuentro con uno de mos relatos preferidos del concurso. Enhorabuena.
ResponderEliminarAbrazos.
Pues sí, tienes toda la razón. También se dan casos de ancianos desaparecidos que, aunque llaman la atención de los medios, no resulta un tema tan atractivo que cuando se trata de una persona joven y guapa, je,je. Mi abuela materna tenía una costumbre que a mi padre le hacía enfadar. Cuando sabía de la muerte de una chica joven, solía decir "pobrecica (era murciana), con lo guapa que era", a lo que mi padre replicaba diciendo "así que si hubiera sido feica, ya podía morirse", ja,ja,ja.
EliminarYa sabes, Miguel, para gustos los colores. Me alegra que pienses que mi relato tiene posibilidades, pero, comparándolo con la mayoría de los otros participantes, veo que mi estilo no está a la altura.
Un fuerte abrazo.
Muy buen relato, Josep. Mantienes muy bien la tensión y la intriga en todo momento. Los diálogos muy naturales también. Felicidades y mucha suerte en el Tintero.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta. Me alegro que te haya gustado. He visto que tú también participas en el concurso. Conociéndote, seguro que lo haces con un relato magnífico. Me espera mucho trabajo de lectura por delante. Y mucha envidia también, je,je.
EliminarUn abrazo.
Gracias, Josep, por participar con este relato en la presente edición del concurso dedicada a Daphne du Maurier y su inolvidable Rebeca. Un abrazo y suerte!!
ResponderEliminarGracias a ti, David, por provocarnos de un modo tan persuasivo, ja,ja,ja.
EliminarUn abrazo.
Hola, Josep! Has contruido una historia interesante y envuelta en ese halo de misterio que hay en torno a la nueva vecina. Los diálogos son muy ágiles y dotan a la trama de una gran frescura y credibilidad. Mucha suerte en el Tintero. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Beri. Muchas gracias por tu comentario y me satisface saber que he logrado darle a la historia ese halo de misterio que mencionas.
EliminarLuego me paso por tu blog, pues sé que también participas en el concurso.
Un abrazo.
Muy buena ocurrencia, Josep, la de ponerle una intriga rubia al vecino cotilla que todo lo quiere controlar, con la excusa de que es policía. Además nos cuentas así de bien la historia, para dejarnos con ganas de conocer la verdad. Sí, estoy de acuerdo con los que piden un continuará, pero esta vez el reto es otro, y la protagonista ausente es la misteriosa rubia. Así que te felicito por el resultado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo creo que ese policía lleva el afán de controlarlo todo en la sangre. Tener a un policía fisgón en una comunidad de vecinos debe ser fastidioso, sospechando siempre de todos, je,je. En este caso, sin embargo, tenía motivos para ello, aunque no sirvió de nada.
EliminarMuchas gracias, Carmen, por tu amable comentario y por tu comprensión respecto a la no continuidad de este relato, ja,ja,ja.
Un abrazo.
Hola, Josep Mª. No minusvalores el trabajo primero porque lo has hecho tú y segundo porque te has divertido, pero, además porque quienes lo leemos lo valoramos. A mí me ha gustado porque es intrigante, dinámico y tiene unos diálogos muy naturales. El hecho de que nos dejes con la intriga del "final" es accesorio. Así, tal cual, es como tiene gracia. Me imagino que si le pusieras un final final perdería bastante. Un abrazo.
ResponderEliminarTienes toda la razón, Isan, pero soy así. Cuando termino un relato me siento bastante satisfecho del resultado, pero al poco me asaltan las dudas, especialmente cuando debe "competir" con otros que se me antojan de mayor calidad. Y sí, disfruté mientras lo escribía y eso es lo realmente importante.
EliminarMe alegro que te haya gustado tal como ha quedado.
Un abrazo.
Hola Josep, he de reconocer que me he divertido de lo lindo con esos diálogos tan naturales, en los que has clavado al personaje cotilla. Muy bien trabajada la intriga durante todo el relato. Sin duda el final invita a extender el relato. Puede ser el principio de una excelente novela de espías.
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato Josep. Suerte en el Tintero de Oro.
Hola, Carles. Si te has divertido, ya me siento satisfecho. He intentado darle la mayor naturalidad posible a esos diálogos entre dos vecinos y amigos. Si lo he conseguido, lo doy por bueno.
EliminarMe alegro que te haya gustado y se agradecen tus buenos deseos.
Un saludo.
Me has tenido con el misterio enganchado todo el relato. En un par de ocasiones he pensado, ¿Quién tuviera vecinos así?, Pero luego me ha estado entrando algo de miedo, porque la verdad es que no me gustaría toparme con vecinos fantasmales, o eso parecía, sin embargo ese giro final ha esclarecido y me ha aterrado aún más.
ResponderEliminarEres un artista manteniendo la tensión en tus historias. Siempre nos llevas por donde quieres hasta que nos das el hachazo, jeje. Te felicito, fantástico aporte.
Un abrazo y mucha suerte!
Hola, Pepe. Alguna vez he tenido un vecino "rarito", pero no llegó a intrigarme tanto como a mi estimado policía, je,je. Además, hoy día solemos pasar bastante de ese nuevo vecino que no te saluda y del que no sabes nada. Mejor así, por lo menos evitamos meternos en problemas ajenos, ja,ja,ja.
EliminarMe alegro mucho que te haya gustado esta historieta y te agradezco tus comentarios, viniendo precisamente de alguien domina el arte de la intriga, de los diálogos y de la sorpresa.
Un abrazo.
Hola, Josep. Muy bien llevado el relato. Me enganchó desde el inicio. Y has hecho girar toda la acción en torno de esa misteriosa rubia. Debo reconocer que he quedado intrigadísima jajaja. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Mirna. La rubia es el centro de atención del vecino policía y, cómo no, de mis lectore/as, je,je. Me alegro haber podido intrigarte y engancharte. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Buenos días Josep
ResponderEliminarTu relato se lee de un tirón, es ameno y fluye con tanta naturalidad que me olvidé en una primera lectura que leía y me limité a disfrutar de la historia de diálogos tan naturales, que me hizo sentir como una vecina más deseando saber detalles de la nueva inquilina.
Oye, German es una joyita, lo que no sepa él… 😊
Espero no tener ningún vecino policía y entrometido.
Por un momento creí (y casi que me invento una historia nueva), que German se había cargado a la inquilina anterior, y se estaba inventando a la nueva, incluso que se disfrazó para de ella para despistar al poli.
Lo que más inquietud me da, es que seguro que es una realidad que una parte grande de los crímenes no se resuelvan.
Da para mucho la imaginación, la culpa la tiene tu relato, Josep.
Buenas tardes, Isabel. Me alegro que mi relato te haya resultado ligero de digerir. Eso es especialmente de agradecer cuando hay que leer tantos, je,je.
EliminarPor lo que dices, se te pasó por la cabeza una historia de máxima intriga como la de la película "La comunidad", de Álex de la Iglesia, ja,ja,ja.
Y es muy cierto que, aunque parezca mentira, el número de desaparecidos en nuestro país (y supongo que en otros también) es muy elevado. Siempre me ha alarmado este hecho.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho compañero, y de nuevo me dejas con la intriga y un puñado de preguntas sin respuestas. Se queda en el aire a qué se dedicaba realmente, que le pasó, ... pero también me pregunto si el interés de los protagonistas se debe a que era una rubia despampanante...Estoy casi convencida de que si la nueva vecina hubiera sido una abuela o una 'morena del montón'... al señor poli le hubiera tardado un ratito más en salir la 'deformación profesional' y ponerse en modo sabueso,...o fisgón. Hace poco vi en una serie o peli la importancia de elegir bien la foto para un cartel de desaparecidos... la imagen importa hasta para eso, al parecer se puede obtener más o menos colaboración ciudadana, cobertura de medios,... cuando hay cierto atractivo... no sé si será eso cierto en el mundo real... pero no me sorprendería.
ResponderEliminarGracias por compartir querido Josep, un abrazo y buen comienzo de semanita.
Pues seguro que una viejecita, por muy adorable que fuera, no habría despertado tanta curiosidad en ese poli metomentodo, ja,ja,ja.
EliminarMe imagino que la imagen no solo importa en un curriculum vitae sino también en una alerta de desaparición y sobre todo en un pasquín de esos que se pegan en un árbol o una farola. Y que la gente se fija más si es de un cierto atractivo. Supongo que también debe ocurrir cuando el desaparecido es un chucho o un minino. Porca misera, je,je.
Gracias a tí, compañera, por acercarte a indagar sobre lo que escribo y dejarme la prueba de tu presencia, ja,ja,ja.
Un abrazo.
Jo, qué intriga, y que manera de dejarme colgada, Josep Mª. ¿Qué sería lo que quería ocultar esa mujer? Yo apuesto por violencia de género, la vecina huía de una pareja maltratadora, ya puestos... pues me lo invento.
ResponderEliminarYo hace tiempo que dejé de querer saber de mis vecinos porque en mi bloque hay bastantes pisos alquilados y el trasiego es importante. Ahora mismo me preocupa que hagan ruido (música, fiestecitas, etc) pero de lo demás, ya ni sé ni quiero saber, de hecho, hace muchos años tuvimos a unos vecinos de Rumanía de los que todos sospechaban cual era su ocupación pero nadie quería saberlo por si acaso; cuando se fueron todos suspiramos aliviados (por cierto, la mayoría eran rubios, ejem...).
Buena historia, mucha suerte en el concurso.
Un besote.
Tal como lo dices parece que te haya dado plantón. Eso nunca, por Dios, ja,ja,ja.
EliminarLo que le ocurrió a esa rubia bien puede encajar con cualquiera de tus suposiciones. O era una mujer que huía de su maltratador o una delincuente que lo hacía de unos secuaces vengativos, je,je.
Yo también creo que es mejor no saber a qué se dedican nuestros vecinos. Con tal que no molesten...
Muchas gracias, Palona, por tus buenos deseos, pero poco importa el resultado. Yo ya he hecho mis deberes. Si la nota es mala, pues no pasa nada, y si es buena, pues mejor que mejor.
Un beso.
No puede ser que de nuevo hayas conseguido mantener la intriga hasta el final de la historia. Y lo peor es que nos quedamos con las ganas de saber más sobre la misteriosa joven y el dramático final que la rodeaba.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte con el concurso, Josep.
¿Lo he vuelto a hacer? Caramba, sí que lo siento. Bueno, en realidad no, lo he hecho adrede, pero no se lo digas a nadie.
EliminarUn abrazo, Javier. Yo también te deseo la misma suerte, o casi, ja,ja,ja.
A propósito de tu original y enigmática historia policiaca, te aseguro que supiste rodearle del misterio e intriga suficiente como estructurar un buen thriller. Sin embargo y dado tu empeño por dejarnos colgados del abismo y con el clímax en su momento álgido, solo te pido que te apiades de tus sufridos lectores y nos regales la continuación.
ResponderEliminarEl tema de las desapariciones de personas siempre me ha despertado todo tipo de elucubraciones, ya que en general la policía se suele encontrar con demasiadas dificultades para realizar su trabajo con éxito.
¡Enhorabuena! y te deseo mucha suerte.
Un beso, Josep.
No hay nada como dos entrometidos intrigantes para crear la atmósfera perfecta para un enigma, por tonto que sea, je,je. En este caso, sin embargo, el final trágico justifica retroactivamente ese interés detectivesco por parte del policía. Siento haberos dejado en ascuas, pero muchas de las desapariciones que se producen acaban, por desgracia, sin resolverse; solo tenemos que recordar el triste caso de Madeleine McCann, la niña inglesa desaparecida en Portugal en extrañas circunstancias hace ya trece años.
EliminarMuchas gracias, Estrella, por tu amable comentario.
Un beso.
Me preocupa que ahora que ha quedado vacio el apartamento ahora venga y se instale de nuevo otra mujer ruidosa.
ResponderEliminarJe je, bueno ahora en serio, el relato esta muy bien narrado, parrafo a parrafo uno quiere saber mas y mas de esta mujer misteriosa, de la cual creo nunca sabremos de donde vino.
Me gustado mucho leerlo
Hola, Hugo. Si eso sucediera, creo que el vecino de abajo, el policía, ya no se lo tomaría tan mal; preferiría tener otra vecina ruidosa que a una con secretos inconfesables, je,je.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado este relato.
Saludos.
Esto no se hace, Josep. ¿Cómo puedes dejar a los lectores colgados de esa manera, por Dios? Se lo diré a Germán para que te lo diga y te dé la brasa en cuanto te vea. ¡Te vas a enterar de lo que vale un peine! Jajajaja
ResponderEliminarUn abrazo. ; )
Y yo se lo diré a mi amigo policía que es un pesado del carajo y no te va a dejar tranquilo durante un largo tiempo, ja,ja,ja.
EliminarUn abrazo.
Josep intrigante historia que nos ha dejado con las ganas de saber quién es esa rubia misteriosa. Tengo la curiosidad de poder leer una segunda parte. Un abrazo.
ResponderEliminarPues me temo, Mamen, que esta vez te quedarás con las ganas. Dejemos que la chica descanse en paz, je,je.
EliminarMe alegro que te haya gustado.
Un abrazo.
Hola, Josep. Intrigado me tuvo tu trepidante relato con el incansable rastreo del sabueso que llega tarde para salvar a la misteriosa rubia. Una historia muy bien narrada, con diálogos ágiles que la hacen fluir hasta ese dramático desenlace. El relato, aunque fantástico, refleja muchos casos reales de desapariciones, cuyo número es realmente inquietante.
ResponderEliminarMucha Suerte en El Tintero. Un abrazo.
Hola, Paco. Hay que reconocer que el policía tenía razón en desconfiar de aquella vecina. Algo raro pasaba. Lo malo es cuando, por falta de pruebas o de convicción, se llega tarde para evitar lo evitable.
EliminarY tienes mucha razón. Detrás de esta ficción se esconden muchos casos fatídicamente reales.
Muchas gracias por tu lectura y tu comentario. Yo también te deseo suerte en el Tintero.
Un abrazo.
Me parecía una historia de cotilleo, pero al final ha resultado ser un thriller con un asesinato sin resolver, algo que me gusta para darle cancha a la imaginación. Muchas pueden ser las causas de la situación y solo espero que el policía no fuera quien levantara la liebre e indirectamente cómplice del crimen. Bueno, cada uno podemos pensar el motivo de tanta discreción por parte de la rubia vecina y si nos ponemos, hasta de resolver el caso y darle en las narices a este policía.
ResponderEliminarSaludos y suerte Josep 🖐
A veces los cotilletos están fundados y, en este caso, viniendo de un policía, al que se le supone cargado de olfato, deberían haber dado su fruto. Seguro que tras el fatídico descubrimiento, el hombre se sentirá frustrado por no haber sido más diligente. Quizá sí que su testarudez obligó a la rubia a abandonar su escondrijo y ponerla en peligro. Pero eso nunca lo sabremos, je,je.
EliminarUn saludo.
Vaya que buen relato... creo que da para una segunda parte, asì podrìan aclararse cosas que quedan en el aire. Por supuesto expones un problema gravìsimo. Me gustò.
ResponderEliminarHola, Ana. Bienvenida a este rincón bloguero. Me alegro que este relato te haya gustado lo suficiente como para desear una continuación, je,je. Pero, por desgracia, este es un caso sin resolver, como muchos otros en la vida real.
EliminarUn abrazo.
Fantástico relato Josep, te quedó de diez, esa mujer rubia era toda una incógnita e incluso después de muerta continúa sin saberse quien era.
ResponderEliminarNarrado con naturalidad y frescura. Me gustó mucho
Un abrazo
Puri
Misteriosa incluso después de la muerte, sí señora, je,je.
EliminarMuchas gracias, Puri, por tu comentario y me alegro que te haya gustado.
Un abrazo.
El relato deja muchos interrogantes, sobre la identidad de la misteriosa chica, sobre el por qué de su sigilo... da la impresión de que quisiera escapar de algo, o de alguien. Tal vez una espía rusa involucrada en vete a saber que asuntos turbios. Un relato en todo caso misterioso e intrigante, donde el suspense e esta presente de principio a fin. Mucha suerte Josep, un abrazo.
ResponderEliminarCuando alguien es tan reservado y no quiere ser visto es que algo oculta. Lo que cabría saber es el motivo y si es un perseguidor o un perseguido. En este relato nos quedamos con las ganas de averiguarlo, pero así es la vida, je,je.
EliminarUn abrazo. Mañana me paso por tu blog. Son tantos los relatos concursantes que hay que dosificarlos, ja,ja,ja.
Siempre nos dejas con la gana de saber más ¿Como puedes ser tan intrigante Josep? Por favor necesito una segunda parte.
ResponderEliminarAbrazos.
Siento dejar el tema sin resolver y sin continuación, pero el reto consistía en tratar sobre una persona que no aparece físicamente en el relato, que solo se menciona, aun siendo el centro de atención. Yo he querido ir más allá y le he dado una personalidad tan misteriosa que he llevado el misterio hasta el final, je,je.
EliminarUn abrazo.
Excepto por el final,los dos personajes me han hecho reír. Escribes muy claro y se entiende todo muy bien. Un placer haber leído tu relato (pese al triste final), no será el último que lea.
ResponderEliminarHasta en las situaciones más dramáticas pueden haber motivos para la risa, je,je.
EliminarMe alegro que te haya gustado, a pesar de ese final amargo.
Saludos.
Hola, Josep Mª. Ya sé de qué huía la misteriosa chica: de los renglones del texto, para no aparecer en ellos y así pudieras cumplir con la principal premisa del reto, je, je, je. Muy bien resuelta la condición y mejor aún conseguido el propósito de dejarnos con la incertidumbre de saber más sobre ella; bueno, en realidad de saberlo todo. Me ha gustado mucho, amigo.
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte en "El Tintero" y te envío un fuerte abrazo.
Hola, Patxi. Quizá sí que lo que pretendía es rubia era esconderse entre las línes y los párrafos, ja,ja,ja.
EliminarPero al final tanto misterio le salió mal, a la pobre. Si hubiera dado la cara y contado al vecino policía lo que le ocurría, quizá el final habría sido muy distinto. Pero, claro, si era una delincuente...
Me alegro que te haya gustado y yo también te deseo que, una vez más, triunfes en el Tintero, je,je.
Un fuerte abrazo.
Hola!
ResponderEliminarTu relato presume de contener un misterio real y muy original. ¡A mí me ha gustado! es envolvente, turbadora y fascinante. Quizá fue el fantasma de la chica, tratando de comunicar algo. ¿No será que estará enterrada en algún lugar de ese apartamento?
Un saludo
Hola, Yessi,
EliminarPues si a ti te ha gustado, que eres la reina del misterio, qué més puedo desear, je,je.
Vaya, no se me había ocurrido esa posibilidad, ja,ja,ja.
Un abrazo.
Qué buen manejo de la narrativa, un placer leer algo así. La historia te atrapa y quieres saber más de esa misteriosa vecina. El desenlace, sorprende y sobrecoge.
ResponderEliminarUn saludo, Josep y suerte en el Tintero.
Bueno, me conformo con que mi relato tenga una introducción, un nudo y un desenlace. Si, además, este sorprende y sobrecoge, pues qué más puedo desear, ja,ja,ja.
EliminarMuchas gracias, María Pilar, por tu lectura y tus buenos deseos.
Un abrazo.
Has dejado a todos con la curiosidad a flor de piel. Eso llama muchísimo la atención así que no deja de ser un buen argumento para votarte, ya que suscita expectativas. Enhorabuena!! mis respetos, Josep.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que todos somos muy curiosos, no solo esos dos vecinos, je,je.
EliminarMe alegro que te haya complacido este relato.
Muchas gracias por dejar tu comentario.
Un abrazo.
¡Magnífico relato! Un exhibición de manejo de recursos puestos a disposición de un narrador potente, en primera persona, omnipotente a la par que engañoso con diálogos sin cargas accesorias ni explicaciones complementarias inútiles. Todo al servicio de una anécdota y una historia que cumple todos los requisitos de la buena narrativa.
ResponderEliminarQuede claro, que todo dicho EMDO.
Gracias, un abrazo y salud
Me satisface que mi relato te haya parecido digno de esos elogios, je,je.
EliminarGracias por dejar tu comentario.
Un abrazo y salud que no falte.
Pues me parece que, por mucho frío que haga este invierno, la puerta se quedará abierta de par en par, ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Josep. Pues te ha quedado un relato de lo más intrigante. Y para rematarlo ese final abierto de caso cerrado. ¿Quién era la nueva vecina? ¿Por qué se escondía? ¿Quién la mató? Todas preguntas sin contestar que nos deja lugar a la especulación.
ResponderEliminarMuy buen trabajo, compañero. Te deseo lo mejor en el concurso.
Hay vecinos muy intrigantes, esos con los que casi nunca te cruzas y cuando lo haces pasan de largo sin saludar. Pero nunca se me ha ocurrido ponerme a fisgonear en su vida, je,je. Pero, ya se sabe, un poli es un poli, en la comisaría y en casa, ja,ja,ja.
EliminarMuchas gracias a ti, Bruno, por venir a leerme y dejarme este comentario.
Un abrazo.
Hola Josep Mª vengo casi con las campanadas y el pavo jajaja. Jo. Me gustó esta historia, este cabezón y empecinado vecino, que por muy sabueso se creyera no llegó al final para saber y descubrir quién era. Los diálogos geniales de esos dos personajes. Una verdadera obsesión, la rubia vive arriba y no me entero. Muy bueno. Gracias. Un abrazo y feliz navidad amigo mío.
ResponderEliminarPues no habría estado nada mal que trajeras un pavo y unas botellas de Cava, ja,ja,ja.
EliminarSí, el poli cabezón se quedó con las ganas de descubrir quién era y qué le ocurría a esa vecina, como, por desgracia, sucede en la vida real de vez en cuando.
Un abrazo y felices fiestas.
La realidad de las personas, las que querrían desaparecer y que nadie supiera de ellos, y la de los que se empeñan en saberlo todo, amparados en excusas laborales. ¿Quién nos dice que el cotilleo policial no aceleró su muerte? Nunca lo sabremos, como tampoco quién era la misteriosa rubia. Mucha suerte en el Tintero. Un abrazo.
ResponderEliminarComo le decía a no sé quién, je,je, es probable que la insistencia del policía puso sobre aviso a la vecina misteriosa y precipitó su muerte a manos de... Esto nunca se sabrá.
EliminarMuchas gracias por tu visita y tus buenos deseos.
Un abrazo.
Me ha gustado tu relato, amigo Josep. Yo lo definiría como un género policíaco-costumbrista. Tanto misterio me ha dejado con ganas de más. Mucha suerte en el concurso. Un abrazo
ResponderEliminarUna escalera de vecinos puede ser el escenario perfecto para un relato del género negro, je,je.
EliminarMe alegro que te haya gustado, Araceli.
Yo también te deseo suerte.
Un abrazo.