jueves, 17 de mayo de 2018

A grandes males, grandes remedios




Cada día entraba en la misma página web para comprobar si se había vendido algún ejemplar de su libro. Y cada día el contador de ventas seguía mostrando un cero.

Ya no soportaba la ansiedad que le producía, después de tanto tiempo, aquella consulta diaria a la espera de una novedad que nunca llegaba.

Acabó desistiendo y se prometió abandonar para siempre esa inútil, odiosa y frustrante práctica. Pero antes de salir definitivamente de la condenada página hizo lo que llevaba largo tiempo deseando hacer. Sería una venganza personal.

Pulsó la tecla “Comprar”.

Por lo menos, saldría de allí con la satisfacción de ver un uno en el maldito contador.



38 comentarios:

  1. Si, al menos un uno le haría bajar la tensión y la ansiedad.
    Me ha gustado mucho.
    Un abrazo.

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    1. Quien no se conforma es porque no quiere, jeje.
      Muchas gracias, Tere, por tu visita.
      Un abrazo.

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  2. Qué bien has demostrado en este micro, la desesperación que se puede sentir al publicar un libro. Desde luego, yo no me lo he planteado, no sé si me merecería la pena, aunque nunca se sabe. Pobre hombre, tener que comprarse así mismo. Bueno siempre nos quedarán los blog, que bueno, por lo menos tienes la sensación de que alguien te lee y desde luego, es mucho más relajado.
    Una abrazo, Josep.

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    1. Si publicar un libro en la modalidad de autoedición (que es en la que estaba pensando cuando escribí este micro) ya es bastante peliagudo, imagínate estar pendiente de que alguien te lo compre. Y hablo por experiencia propia, jajaja.
      Un abrazo, Ziortza.

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  3. Un micro estupendo, con una decisión muy peculiar, lo malo que quizás si seguía entrando en días sucesivos, vería la misma cifra, jjjj.
    Me ha encantado y la imagen está genial.
    Un abrazo Josep.

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    1. Es de esperar que no sea tan incauto, cumpla con su propósito y no vuelva a caer en la tentación, jajaja.
      Muchas gracias, Elda.
      Un abrazo.

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  4. Lo que pasa es que después de un tiempo viendo el 1, querrá ver un 2 y poco a poco se va a arruinar. En lugar de ganar dinero con su libro le va a costar un potosí.
    Pero, como dice Ziortza, muestras muy bien la ansiedad que se debe de sentir en esa situación. Menos mal que yo no escribo porque acabaría de los nervios.
    Un beso.

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    1. De hecho, se ha propuesto corregir esa mala práctica de estar entrando a diario para ver cómo va su libro. Aun así, es posible que al cabo de un tiempo vuelva a sentir curiosidad y vuelva a consultar las ventas. Yo de él, de seguir apareciendo ese 1, descatalogaba el libro y a otra cosa mariposa, porque si sigue repitiendo esa operación, las ventas podrán subir veriginosamente pero tendrá un montón de ejemplares en su poder y la cuenta corriente en números rojos, jajaja.
      Un beso de vuelta.

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  5. Cada uno se enfrenta a sus frustraciones como puede y se toma las revanchas que están a su alcance. Tu micro me ha recordado a mis inicios de bloguera en que consultaba mil veces al día el número de visitas para ver qué tal iba la cosa. Iba fatal, por cierto jajajaja.

    Creo que el mal que aqueja a tu prota es muy común entre los escritores. Es muy duro tener tantas ilusiones y que no se vean colmadas...

    ¡Un abrazo, compañero!

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    1. En este caso, yo creo que lo hizo por revancha pero también por orgullo o amor propio. Es como el que marca un único gol, y de chiripa, frente a los diez del equipo contrario. Le llaman el gol de la honra, o algo así.
      Cuando abrí mis blogs yo también hacía lo mismo que tú hasta que me cansé. Cada vez que recibía por gmail una notificación de que se había producido un comentario corría a ver quién era y qué decía, jeje.
      De hecho, debo confesar y confieso que para esta historieta me he inspirado un poco bastante en mi propia experiencia. Al poco de haber publicado mi recopilación de relatos en Amazon, miraba cada día si se había producido alguna compra. Cada vez que veía una nueva venta me henchía de satisfacción. Hasta que ese contador (que se actualiza mensualmente) se quedó en un cero patatero y dejé de entrar a mirar. Ahora solo lo hago de uvas a peras. Y sigue con un cero. Eso sí, nunca me compré un ejemplar, jajaja.
      Este micro es, pues, una especie de parodia de mí mismo. Estas cosas más vale tomárselas con humor.
      Un abrazo, amiga.

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  6. Mis altos niveles de empatía me hacen sentir la frustración del protagonista... debe doler :( . Cuantas emociones en 9 renglones; ansiedad, frustración, odio, satisfacción... Nunca había leído un micro tuyo compañero :) y me ha gustado mucho. Un macro abrazo con mucho cariño.

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    1. La ópera primea de todo artista, cultive la modalidad que sea, es como un hijo engendrado con mucho amor pero también con mucho temor a que sufra cualquier contratiempo, tanto durante su gestación como tras ver la luz.
      El éxito o el fracaso de la primera obra será algo decisivo en la carrera del autor novel. De ahí que mi protagonista esté tan ansioso por ver la acogida de su primer libro.
      Me alegro que te haya gustado este micro sobre las desventuras de ese pobre escritor.
      Un abrazo.

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  7. Pues me parece estupenda la idea de tu protagonista, seguro que esa venganza a su manera, le proporcionará algo de relax ja,ja,ja,.... al no ser que entre en bucle y quiera volver a recomenzar buscando el dos. Muy bueno Josep, en pocas palabras has creado una historia que seguro han vivido algunos escritores. Abrazos y buen fin de semana!

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    1. Un acto probablemente inútil y meramente simbólico, fruto de la impotencia. No obstante, algo de relax sí que debió procurarle, jeje. Si repite la experiencia y vuelve a caer en el mismo error, la historia podría repetirse hasta el infinito, jajaja.
      Muchas gracias, Miguel, por tu visita y tu comentario.
      Abrazos y que también pases un buen fin de semana.

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  8. Un micro que nos da un vuelco especial en el estómago a quienes hemos autopublicado algo. Pienso que quitando una docena de elegidos, ningún escritor puede vivir solo de sus libros. ¿Cuántos pueden decirlo en España? No creo que más de diez, y soy generoso. El resto tiene que compaginarlo con sus trabajos, o bien con colaboraciones, tertulias, prensa, la Academia, etc... Solo quienes han visto su obra en cine pueden decir que han conseguido ingresos para vivir de escribir.
    El problema es que en la actualidad se ha creado un verdadero negocio en torno al escritor novel. Casi diría que no interesa tanto el lector como el ilusionado escritor que quiere ver su trabajo publicado. Y como además, suele utilizar las redes sociales de escritores, el bombardeo de "números 1 en Amazon", de cursos on line, de editoriales de coedición, etc... se le crea la falsa idea de que vender un libro es algo muy factible y que son muchos que lo consiguen.
    La realidad es bien distinta. Se vende muy poco, no solo autopublicados, sino los tradicionales. ¿Por qué si no Amazon iba a crear esa plataforma para autopublicar? Pues porque para ellos, las miniventas de los autopublicados supone en conjunto un volumen de ingresos equiparable a los libros de editoriales. Con ello se genera el negocio de las editoriales de copago, que por supuesto alimentan esa ilusión. ¿Pero cómo vas a recuperar una inversión de mil euros con tu libro? Sinceramente, no entiendo que alguien se arriesgue a ello.ç
    Y luego lo de los números uno en Amazon, basta que dos amigos te compren tu libro para que en esa hora siguiente el ebook suba al primer puesto de su categoría, captura de pantalla, edición de imagen y ¡listo! Mi libro es número uno de Amazon... vendiendo dos ebooks de 0,99 euros.
    En fin, no me extiendo más, pero he querido con este comentario solidarizarme con ese escritor. Un fuerte abrazo!!

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    1. Una esplendida exposición de la dura realidad del escritor que pretende publicar, la cual daría para un extenso articulo de opinión. Aunque yo no me planteé jamás publicar para hacer dinero (Dios me libre), cuando constaté la imposibilidad de hallar una editorial "tradicional", por modesta que fuera, que se sintiera mínimamente interesada en mi libro (de hecho ninguna tuvo siquiera la deferencia de leer el manuscrito y las poquísimas que contestaron lo hicieron con la típica fórmula de rechazo que denotaba que era un puro trámite), opté, como bien sabes, por la autoedición. Llegado a ese punto descubrí todas esas facetas y complejidades que describes a la perfección.
      Muchas gracias, David, por dejar tu opinión y me satisface (aunque, en cierto modo, también lamento) que este micro haya podido despertar en ti una cierta congoja o rebeldía, jeje.
      Un fuerte abrazo, compañero.

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  9. Igual hasta cundió el ejemplo. ¿Cómo no se le ocurriría antes la idea?
    Un abrazo, Josep Mª.

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    1. Pues no sé si su actitud habrá trascendido a más escritores noveles que no ganan con sus libros ni para pipas, jeje.
      Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Betty, me alegro que te haya gustado.
      Saludos.

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  11. Transmite perfectamente esa ansiedad del escritor y es que al final se escribe para que te lean y en un país donde cada vez lee menos gente eso es muy complicado. Al menos tu escritor habrá conseguido publicar su libro y eso seguro que ha sido una gran satisfacción, siempre puede ir comprando y regalarlos a los amigos y familiares por navidad.
    Besos

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    1. La gente cada vez lee menos y cada vez aparecen más escritores. Así es cada vez difícil lograr que lean tu libro. Esto es un poco como las pensiones: cada vez hay más jubilados y menos dinero de las cotizaciones, jeje.
      Evidentemente lograr publicar un libro resulta muy satisfactorio, pero si luego nadie lo compra (y por lo tanto no lo lee) la ilusión se desvanece poco a poco.
      La idea de regalarlos no es mala. Yo lo he llegado a hacer, jajaja.
      Besos.

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  12. No sé si te basas en una experiencia personal. Supongo que no porque tu libro me consta que sí ha vendido algunos ejemplares (yo tengo uno).
    En cualquier caso me imagino que para los valientes que os lanzáis a esa aventura, el autopublicar debe de llevar implícito una buena cuota de ansiedad.
    De todas formas, piensa que muchos de esos libros que copan los primeros puestos de "más vendidos" llevan detrás una buena (y costosa) campaña de publicidad, y contra eso poco se puede hacer. Es una lucha desigual.
    Genial sentido del humor el tuyo.
    Un abrazo.

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    1. Como le he dicho a Julia, algo de mí hay en este micro, aunque nunca llegué a ese extremo, jeje.
      Lo único en común que tenemos su prota y yo es la inquietud que se siente tras el lanzamiento, por ver cómo funciona el libro, y la posterior ansiedad y decepción (en mi caso sería más lo segundo) que generan las expectativas no cumplidas.
      Algo de valentía (o de irresponsabilidad) sí que hay que tener para lanzarse a esta pequeña (tampoco hay que exagerar) aventura. El dinero que se invierte no es mucho, por lo que el riesgo no es monetario, sino emocional, pues si no logras ver cumplido mínimamente tu objetivo, te cuestionas muchas cosas, empezando por la calidad de tu obra.
      Cuando leí, posteriormente, varios artículos y posts sobre cómo actuar para hacer visible tu libro y llegar a la mayor cantidad posible de lectores, comprendí que yo no estaba hecho para eso, que mi oportunidad ya había pasado de largo, que a mi edad y con mi carácter todas esas recomendaciones no iban conmigo. Pero ya escribí sobe ello hace algún tiempo.
      Bueno, Paloma, como también decía más arriba, no tratándose de algo de vida o muerte, es mucho mejor tomárselo a broma.
      Un abrazo.

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  13. Todo mi aprecio y comprensión para el proragonista de tu micro! Me ha encantaso Josep Mª!

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    1. Muchas gracias de su parte y, por extensión, de la mía.
      Me alegro que te haya gustado.
      Un abrazo.

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  14. Relatas la ansiedad de la venta de un autor con su libro, imagino que primer libro. Un micro muy logrado.

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    1. La publicación del primer libro tiene necesariamente que producir mucha ansiedad. Supongo que por eso hay muchos escritores en ciernes que desestiman esa opción, por miedo al fracaso.
      Muchas gracias por leer y comentar.
      Saludos.

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  15. Debe de ser desesperante vivir una tensión asi Josep, lo has planteado muy bien en tu micro. Feliz fin de semana.

    Un abrazo de Espíritu sin Nombre.

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    1. Pues sí, Conchi, estar tan pendiente de los acontecimientos y observar, día a día, como nadie se digna a comprar tu libro, debe ser, efectivamente, desesperante. De ahí que tomara esa decisión tan peculiar, jeje.
      Un abrazo y feliz fin de semana.

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  16. Me gusta ecsribes claro corto y al grano
    Me ha parecido muy interesante conocerte
    Un saludo especial escritor
    desde Miami

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    1. Muchas gracias, Recomenzar.
      Me alegro que lo que has leído te parezca interesante.
      Saludos desde Barcelona.

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  17. Al menos la dignidad de escritor que no se pierda.
    Muy bueno y sintetizado el relato...Y demasiado real para desgracia de tantos.
    Un abrazo.

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    1. Es una forma de hacer trampas, pero como quedó en la intimidad y nadie más que él lo sabe, pues resultó una forma simbólica de resarcirse de lo que consideraba injusto, jeje. Una forma de engañarse a sí mismo como cualquier otra.
      Un abrazo.

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  18. Jajaja, ¿y cuántas unidades puso? ;-)
    Debe ser estresante ver ese contador a cero. En realidad, casi todos los contadores a cero crean desinquietud. Por desgracia, muchas cosas se miden en números.

    Besos, Josep Mª

    Pd: Si me he perdido algunos post es porque andaba desconectada...

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    1. Pues solo una, Chelo. Para él ya fue suficiente para eliminar de su vista ese cero horroroso y humillante, jajaja.
      Efectivamente, muchas cosas se miden en números (el peso, la estatura, la edad...). Lo malo es cuando a uno se le valora por esa numeración.
      Besos.
      P.D.- No pasa nada, todos tenemos derecho a desconectar de vez en cuando.

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  19. ¡Ohh paciencia! ¿Cuánto tiempo se habrá perdido si se suman todas las horas muertas que muchos escritores han dejado frente a un miserable contador? Que difícil es dejar de mirarlos y volver a concentrarse en lo que de verdad importa.

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    1. Quizá habría sido más productivo dedicar tesas horas perdidas a escribir, pero, claro, no debería saber si debías seguir escribiendo si su única publicación había representado un fiasco en ventas. Cuando uno ha culminado todo el largo proceso de creación y publicación, las expectativas de éxito o, por el contrario, el miedo al fracaso, no dejan de atormentar su ego, y de ahí ese comportamiento que raya lo obsesivo compulsivo.
      Saludos.

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