miércoles, 7 de junio de 2023

Un relato de espías

 


Siempre que he contado esta historia a algún amigo íntimo, no me ha creído. Así que he querido ponerla por escrito para contar quién fui durante mi juventud.

Tenía treinta años cuando entré al servicio de su Graciosa Majestad. Me sentía en la cresta de la ola y no me desagradaba que no se conociera mi verdadera identidad. Cuando las mujeres me preguntaban a qué me dedicaba, les decía que era detective privado. Si eso ya las entusiasmaba, qué habrían dicho si les hubiera confesado la verdad. En más de una ocasión estuve tentado de hacerlo, pero supe contenerme. Hasta que conocí a Eva, una bellísima modelo de la que me enamoré locamente. Se lo confesé al poco de trasladarse a vivir conmigo. Quería que me conociera tal como era, sin tapujos ni secretos. Y eso posiblemente le costó la vida.

Debo decir, sin embargo, que todo sucedió en parte por una indiscreción suya, a pesar de todas mis advertencias. Nadie debía conocer donde vivíamos, no en balde los espías cambiamos de morada con tanta frecuencia. Aun así, me siento culpable por haber infringido la norma más elemental de todo espía: el secretismo absoluto.

La primera voz de alarma tuvo lugar una noche, cuando volvíamos a pie de cenar en un restaurante cercano. Enseguida noté que alguien nos seguía. Yo estaba entonces metido de lleno en la caza de un oligarca ruso que había adoptado una identidad falsa. Disponer de la información que, todo indicaba, poseía sobre los planes para un supuesto ataque a la central nuclear de Zaporiyia por parte del ejército ruso era crucial para evitar un desastre a gran escala.

No me cupo ninguna duda, por lo tanto, que nos seguía alguno de sus guardaespaldas con objeto de eliminarme.   

Una vez en mi apartamento, le conté toda la verdad. Cavilando sobre cómo ese sabueso conocía mi identidad y paradero, Eva me confesó que quizá fuera debido a que se lo contó a una amiga. Estaban tomando unas copas y le dijo que se había trasladado a vivir conmigo, pero no a lo que me dedicaba. Recordaba haberle enseñado una foto en la que salíamos los dos muy acaramelados. Sí le extrañó que pareciera reconocerme.

Habían entablado una amistad desde hacía poco y desde el principio congeniaron. Es que la vida de una modelo, aunque parezca mentira, es muy solitaria y aburrida—me dijo. En su profesión no hay amigas, hay rivales. No era de extrañar, pues, que intimara tan pronto con esa joven. De hecho —reconoció— sabía muy poco de ella, solo su nombre de pila, Andrea, y que trabajaba en un banco de la City de Londres. Quise saber quién era y si era cierta la impresión que le dio a Eva de que me conocía. ¿Sería ella quien nos había seguido? ¿Qué interés podía tener hacia mí esa amiga?

Aquella noche transcurrió normalmente. Quien fuera nuestro perseguidor, debía haber quedado satisfecho al comprobar mi domicilio. Pero seguro que volvería al ataque y la próxima vez probablemente no saliéramos ilesos. Así pues, conminé a Eva a que volviera a su antiguo apartamento hasta que las aguas hubieran vuelto a su cauce.

Al día siguiente me puse manos a la obra y por la tarde ya tenía todos los datos de aquella enigmática amiga. Era rusa. Se llamaba Alina Ivanova y vivía en la Gran Bretaña desde hacía cinco años.

Todo mi equipo se puso en marcha para obtener la máxima información y hacer un seguimiento de sus actividades. La extinta KGB era mucho más eficaz que los actuales servicios secretos rusos, pues al poco ya supimos que estábamos ante una amante del gerifalte ruso. Solo debíamos seguirla las veinticuatro horas del día para dar con el paradero de aquel hombre. Montamos una estrecha vigilancia para, una vez localizado su escondite, entrar y apresarlo. Alina no tardó mucho en llevarnos hasta el escondrijo de su amante. Me resultó extraña tanta facilidad. ¿Podía ser que la rusa hubiera adivinado nuestras intenciones y nos guiara hacia una trampa?

Cuando irrumpimos en el piso, solo vimos a dos mujeres: Alina y Eva, esta última amordazada. Al verme, no pudo contener el llanto. Pero su mirada también me advirtió que alguien estaba a nuestras espaldas. Cuando me volví, había tres individuos, dos de ellos fuertemente armados y flanqueando a otro que sin duda debía ser el ruso al que queríamos apresar. Enseguida comprendí que su intención era acabar con todos nosotros. Sabíamos demasiado como para dejarnos con vida.

Cuando ya me daba por vencido, sucedió algo inesperado: Alina sacó un revólver del bolsillo trasero de su pantalón y empezó a disparar. Mis hombres y yo nos echamos al suelo. Tras un cruce de disparos atronador, se hizo el silencio. Una vez dispersado el humo que la pólvora había esparcido, vi que tanto Alina como los tres rusos yacían sin vida. Cuando dirigí la mirada a la silla donde habían atado a Eva, no pude reprimir un grito de desesperación.

Alina era una agente que trabajaba para el Kremlin, vigilando al oligarca para asegurar su lealtad y a la vez neutralizar la operación en la que yo trabajaba. A Eva la debió utilizar para intentar negociar.

Siempre supe que mi profesión y mi vida sentimental tenían que estar totalmente separadas, pero el amor me traicionó y acabó con mi amada.

Espero que algún día alguien lea esta historia y saque sus conclusiones.

 



79 comentarios:

  1. Menuda historia. Un poco más desarrollada da para una magnífica novela o una buena película. La he leído muy enganchada.
    Un beso y suerte en el concurso.

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    1. Pues a ver si alguien me compra la idea, me paga derechos de autor y hace una película, je, je.
      Un beso.

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  2. Todo un gran relato de espías con los elementos precisos y preciosos que tanto nos gustan a los amantes de este tipo de aventuras. Me ha gustado mucho la actualidad que presentas con la mención a Zaporiyia (¿Próximo desastre mundial?) y esa combinación de amores frustrados que dan morbo al relato.
    Excelente aporte a la convocatoria, Josep.
    Un abrazo.

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    1. Gracias, Miguel, por tu comentario. Me alegra que esta historieta te haya gustado.
      Un abrazo.

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  3. Muy bueno. Con una voz narrativa al estilo de la novela negra primigenia que tanto me gusta. Y la trama es estupenda, no le falta de nada al relato. Mucha suerte en el concurso. Un abrazo, Josep.

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    1. Hola, Pedro. Si hubiera podido extenderme más, habría incluido más elementos de intriga, je, je.
      Un abrazo.

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  4. Hola, Josep. Muchas gracias por participar.
    Que tengas mucha suerte en el concurso!!

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    1. Hola, Bruno. Gracias tí por darnos esta oportunidad.
      Un abrazo.

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  5. No tiene desperdicio el relato. Realmente te has lucido.
    Suerte en el concurso.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Chema. Solo con que os guste, ya me doy por satisfecho.
      Un abrazo.

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  6. Una historia de espionaje con tragedia. Parece que no sólo murió Alina, quien inesperadamente atacó a los enemigos del protagonista. sino que también Eva. Un final amargo que pueden tener las historias de espionaje.
    Muy bien contado.

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    1. Sí, una historia con un final triste, no como las de James Bond que siempre acaban bien, je, je.
      Muchas gracias por comentar.
      Un abrazo.

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  7. Me ha gustado mucho. Se sale de lo usual, la originalidad es brillante. Suerte.

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    1. Pues sí, desde un principio quise escribir algo menos habitual de a lo que estamos acostumbrados. Si me ha salido bien, lo celebro.
      Un saludo.

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  8. La vida del espia es especialmente dura. No solo por los peligros que corre su vida constantemente, sino que además estan condenados a vivir en soledad. De no hacerlo, deben estar preparados en cualquier momento a la posible pérdida de su gente más cercana. Un abrazote y mucha suerte con el concurso Josep Maria!

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    1. Por eso jamás se me pasó por la cabeza hacerme espía. Me gusta la soledad pero solo hasta cierto punto y no me gustan los secretos, ja, ja, ja.
      Un abrazo.

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  9. El precio de abrir apenas una rendija en la intimidad de un espía puede ser catastrófico para él y. hasta llegado un extremo rocambolesco, para la humanidad. Me ha resultado muy interesante, Josep. Suerte y un abrazo

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    1. Hay que ser una tumba para no levantar ni la más mínima sospecha entre los que rodean al espía. Debe ser muy duro. Al menos deben estar muy bien pagados, je, je.
      Un abrazo.

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  10. El espionaje y el amor verdadero no son compatibles, por eso James Bond y tantos otros solo tienen amantes, pues de lo contrario sería peligroso.
    Muy buena historia me gusto mucho leerla, entretenida hasta el final a pesar de ser tantriste.
    Saludos y mucha suerte,
    PATRICIA F.

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    1. Hola, Patricia. Con lo enamoradizo que siempre he sido, no podría haber ejercido de espía. Además, mi espíritu monogámico me lo tendría prohibido, ja, ja, ja.
      Un saludo.

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  11. Esa Eva no supo manetner el secreto, y el espionaje requiere de enormes dosis de silencio.

    Buen relato. Un abrazo

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    1. Ya dicen que por la boca muere el pez, y en esta ocasión el pez se llamaba Eva.
      Un abrazo.

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  12. Fantástico, Josep. Me ha gustado mucho el aire de fatalismo y desencanto que tiene el relato. La trama es muy amena y muy visual. Una historia estupenda. Mucha suerte en el concurso.

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    1. Muchas gracias, Marta, por tu valoración. Me alegro que te haya gustado.
      Un abrazo.

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  13. Amor y espionaje no suelen "casar" demasiado bien. Se corre el riesgo de bajar la guardia en momentos de intimidad y luego pasa lo que pasa. Bien hilado tu relato, Josep. Amena lectura y muy visual.

    Un abrazo.

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    1. Un listillo hizo la siguiente versión del famaso refrán: "el hombre propone, dios dispone... y la mujer descompone", je, je. Aunque en esta historia los dos pecaron de imprudentes. Y es muy cierto que en los momentos de intimidad es cuando uno es más imprudente, y si no, que le pregunten a la difunta Mata Hari, ja, ja, ja.
      Un abrazo.

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  14. Muy buen relato. Suerte en el concurso. Un saludo!

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    1. Muchas gracias, Antonio. Me alegro que te haya gustado.
      Un saludo.

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  15. Hola Josep una de espias diferente tiene todos los ingredientes de una buena historia y un poco de sentimiento que también le nieve bien, suerte. Un abrazo.

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    1. Hola, Ainhoa. Busqué algo ligeramente distinto a las historias clásicas de espías, je, je.
      Un abrazo.

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  16. Que bonito y buen relato de espias, según iba leyendo he visto las escenas como si estuviera viendo una peli, y expectante para ver cómo terminaba.
    Me ha gustado mucho y me parece un maravilloso aporte para el concurso.
    Un abrazo Josep, y suerte para el concurso, bueno, y para todo 😀

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    1. Una historia con un final trágico en la que nuestra Julieta deja solo y tremendamente afligido a nuestro Romeo. Y es que no todas las historias de espías tienen que terminar bien.
      Me alegro mucho que te haya gustado.
      Un abrazo, Elda, y que a tí también te sonría la fortuna y te inspire esos maravillosos poemas a los que nos tienes acostumbrados.

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  17. Hola Josep, nos muestras la vida de los espías y las reglas que deben regir su vida si no quieren que sus seres queridos salgan lastimados. Un relato con mucha acción e intriga, como deben ser los relatos de espías. Creo que te quedó algo muy bueno. Suerte en el concurso.

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    1. Hola, Ana. La vida de los espías es muy complicada. Lo mejor es que se mantengan solteros si no quieren comprometer la vida de sus mujeres, hijos y demás parentela.
      Me alegro que te haya gustado.
      Un saludo.

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  18. Hola Josep, buen relato con triste final, está visto que los espías no se pueden enamorar o, como mucho, estar con varias, para que así no se queden solos. Buen aporte para el reto.
    Un abrazo. :)

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    1. Hola, Merche. Un espía como dios manda debería seguir los consejos de James Bond: tener muchas amantes pero ninguna fija, ja, ja, ja.
      Un abrazo.

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  19. Hola, Josel! Me engañaste con Eva, pensé que era la mala, la espía que traicionaría al prota y que se la jugaría, pero la tenías otro final para la modelo, uno más duro aún. Los relatos policiales te suelen gustar, o por lo menos te he leído unos cuantos y te veo como pez en el agua con ellos, dan para mucho juego si sabes retorcer sus premisas. Este no es policial pero parecido, son espías y juegos sucios con finales que anhelan ser desvelados.
    Un trabajo brillante, Josep, de los que apunta bien alto.
    Un abrazo y mucha suerte

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    1. Hola, Pepe. Pues sí, me gustan los relatos policiales y eso que nunca he ejercido de policía y mucho menos de espía, ja, ja, ja.
      Muchas gracias por tu amable comentario.
      Un fuerte abrazo.

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  20. Hola, Josep. Muy buen relato. Y, como soy La Pluma del este, me coge de cerca esta historia. El KGB, ahora FSB, está en todas partes. La guerra fría 2.0 está en pleno apogeo. La central nuclear de Zaporizhzhya sigue en peligro, ya que se quedó sin el agua del pantano. Aunque, parece que el plan B funciona. Por ahora. Me encantó el tema de tu relato. Un abrazo y mucha suerte en el concurso.

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    1. Hola, Pluma del Este. Pues si eres mínimamente conocedora de los entresijos de la agencia soviética y de cómo actuaba (no de forma muy distinta a la de otras agencias de espionaje, por cierto), no es de extrañar que te haya resultato en cierto modo familiar esta historia.
      Me alegro que te haya gustado y gracias por desearme suerte.
      Un abrazo.

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  21. Creo que por regla los espias solo se casan o toman por pareja a otra persona de la misma profesion, ahora bien ... la KGB.... era cosa de temer, aunque a veces un tanto brutales en sus maneras. Supongo misiones contra los rusos no eran las mejores a aceptar. Buen relato que a la vez nos involucra en estos graves hechos ocurridos en el pasado.

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    1. Aun casándose con una persona de su misma profesión, no creo que estén exentos de riesgos laborales y matrimoniales, a menos que trabajen juntos en los mismos casos, je, je.
      En el mundo del espionaje, puede resultar difícil distinguir entre el espía bueno y el espía malo, todo depende de quién lo mira, ja, ja, ja.
      Un abrazo.

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  22. Opino que la culpa es enteramente suya y que Eva no tuvo ninguna culpa. Enseñar una foto a una amiga, no es una indiscrecion, y menos si no le dijo qué se dedicaba, que aun no lo sabia. Fue casualidad , mala suerte. él no debía llevara a vivir con él. Y si el amor es irresisitible, que cambie de faena.
    la escaramuza final, tambien esta muy bien planteada y resuelta. el final trágicoes positiva para el relato; asi no acaba comoa mayoria de peliculas, aunque seguramente sí, como la mayoria de realidades.
    abrazo y suerte en el concurso Jose m.

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    1. Creo que fue una concurrencia de despropósitos. Está claro que quien más faltó a la norma del buen espía fue él, pues aunque ella tampoco actuó con el absoluto secretismo necesario, lo que hizo lo hizo sin intención de poner en peligro a nadie.
      Aunque se dice que la realidad supera a la ficción, no sé yo si en este caso esa suposición se cumpliría en la realidad, je, je.
      Un abrazo.

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  23. Si es que el mejor secreto es el que se guarda u olvida. En cuanto lo aireas deja de ser secreto. Y cuando te juegas la vida, ola de los demás la cosa es seria.
    Muy buena historia. Que por cierto, yo me creo ;)
    Un abrazo.

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    1. Cuando uno quiere guardar un secreto de verdad lo mejor es no contárselo ni a tu pareja ni a tu mejor amigo, ni siquiera a tu confesor, de lo contrario acaba siendo un secreto a voces. Y cuando la vida está en juego, ya ni te cuento, je, je.
      Muchas gracias por tu comentario y tu credibilidad, ja, ja, ja.
      Un abrazo.

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  24. Seguro que aprendió de ese craso error, pues tengo entenido que desde ese lamentable suceso, abandonó el trabajo de espionaje, je, je.
    Un abrazo.

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  25. Hola Josep. Ha vuelto la guerra fría y con ella los relatos de espías rusos y anglosajones, en los tiempos que corren James Bond tendría innumerables aventuras que correr. El amor, o la atracción física, es una de las pasiones humanas capaces de acabar con el más meticuloso de los espías y suele ser un talón de Aquiles al que apuntar. Tu protagonista no fue lo suficientemente discreto, pero te dio pie a crear una historia digna del género. Suerte en el tintero y un abrazo.

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    1. Hola, Jorge. Con la guerra de Ucrania ha vuelto a emerger el espionaje, aunque nunca ha desaparecido, solo que ahora se ha hecho más patente. ¿Qué haríamos sin los espías? La paz mundial muchas veces depende de ellos. Pero para que ello dé sus frutos deben llevar una vida anónima y procurar que nadie conozca su identidad. Como bien dices, el amor y la pasión humana puede dar al traste con todo ello.
      Un abrazo.

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  26. Este es un relato de espías con todas las de la ley no le falta detalle, el ser un espía tiene su lado malo y se ve que tu protagonista no lo entendió y las cosas no le salieron del todo bien.
    Un abrazo Josep y suerte en el concurso
    Puri

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    1. Hola, Puri. A pesar de ser un buen espía (de lo contrario no le habría fichado el MI6, je, je) no tuvo la precaución de mantener en el más absoluto secreto su trabajo y su misión, y todo por culpa del amor.
      Un abrazo.

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  27. ¡Hola Josep Mª! Los dos hemos optados por el amor entre espías y como llevan el secretismo en pareja. Esta historia atrapa desde principio. Ni imaginas como va a ser el final. Una buena narrativa de un buen relato. Un abrazo

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    1. ¡Hola, Eme! Pues mira qué coincidencia más interesante. Ahora mismo voy a leerte.
      Muchas gracias por tu amable comentario.
      Un abrazo.

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  28. Un gran relato de espías que, con ese tono narrativo tan personal, logra engancharte como si solo te lo contara a ti. Me parece el argumento de una película, con todos los ingredientes del género y en vigente actualidad por la referencia a Zaporiyia.
    Felicidades y suerte en el concurso.
    ¡Un abrazo!

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    1. Muchas gracias, María Pilar, por tu amable y alentador comentario. Me alegro que te haya gustado.
      Un abrazo.

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  29. Estupendo relato, Josep, con todos los elementos de una novela negra. Una pena la limitación del número de palabras, me hubiera gustado leer más. Un abrazo!

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    1. Muchas gracias, Lola. Pues sí, la limitación de palabras supuso tener que cortar bastantes párrafos y no resulta fácil hacerlo, pues a uno le gusta como ha quedado la versión original y no sabe por dónde cortar, je, je.
      Un abrazo.

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  30. Hola, Josep. Es interesante que la cuarta aventura de mi agente secreto, Diego Leal, se asemeje tanto a este relato tuyo. Una relación sentimental es un exceso de equipaje peligroso para ciertas profesiones.
    Un trabajo estupendo. Que tengas mucha suerte en el concurso.
    P. D. : Tu agente se merece más aventuras.

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    1. Hola, Bruno. A pesar de que los agentes secretos comparten un protocolo al que deben ceñirse, siempre hay excepciones a la regla y el amor, o las relaciones sentimentales, son probablemente las culpables de esa transgresión.
      Muchas gracias por tu comentario.
      P.D.- No sé yo si después de ese fracaso querrá volver a la línea de fuego, je, je.

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  31. Holam Josep. En ese mundillo donde lo primordial es ganar al rival a cualquier costa, las traiciones son plato diario de desayuno, comida y cena; como tú en tu historia tan bien nos muestras. Así que la reflexión final del exagente es sentencia firme. Ahora que lo ha hecho público no me extrañaría que cualquier día apareciera ahogado en el Támesis o aplastado bajo las vías de un suburbano, bien por tendencias suicidas o accidente; pero, nunca ayudado, claro está.
    Saludos y suerte. 😎👍

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    1. Hola, Compañero. Si las mentiras, o engaños, están al orden del día en nuestro quehacer diario y social, no es de extrañar que en ese mundillo eñl espionaje, en el que los secretos son primordiales para matenerse vivo, haya quien desee llevarse el gato al agua traicionando hasta a su madre.
      Si la vida del espía es dura, me imagino que no deja de serlo aun cuando haya dejado el trabajo y colgado la pistola. Siempre será un ex espía y sus antiguos enemigos no se olvirdarán de él.
      Un saludo.

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  32. Hola, Josep. Nos traes un relato muy humano, que muestra el trasfondo de soledad y peligro que acarrea tener sentimientos en ese mundillo. Muy bueno.
    Un abrazo

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    1. Hola, Mirna. A fin de cuentas, los espías también son humanos y tienen su corazoncito, ja, ja.
      Me alegra que te haya gustado.
      Un abrazo.

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  33. Hola, Josep. Me ha gustado ese detalle de meter a la Central Nuclear de Zaporiya en el meollo. Una profesión —la del espía— que debe mantener el anonimato o la tapadera ante todo. Lástima que al tuyo no le fuera posible. Un relato muy visual.
    Un saludo y suerte en el concurso!

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    1. Hola, compañera de letras. Bueno, quería poner al día la ambientación y el objeto del trabajillo que le habían encomentado a mi espía, y si los rusos andaban de por medio, pues se me ocurrió poner en el centro de la historia a esa central que no deja de ser un fruto deseado por ambas partes en el conflicto, aunque por motivos distintos y contrapuestos.
      Un saludo y gracias por pasarte.

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  34. Es un acierto hacer que un espía sienta remordimientos. Rompe el estereotipo.
    Un abrazo.

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    1. Pues sí, acostumbrados como estamos a ver cómo se comportan como si no fueran de carne y hueso. Será que en su vida no caben los sentimientos, unos semtimientos que he querido dotar a mi protagonista.
      Un abrazo.

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  35. Hola.. Grave error de un espìa el que querer una vida normal con una familia y tiempo para el amor... excelente relato.. ¡saludos!

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    1. Hola, Octavio. El amor, o el enamoramiento, era su punto débil y el pobre pagó por ello.
      Gracias por tu comentario.
      Un saludo.

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  36. Ayayayayayay si es que no hay que hablar tanto con "amistades" tan recientes.
    Triste por la parte que le toca al protagonista pero muy buena historia.

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    1. Las indiscreciones a veces se pagan caras. Hay secretos a voces que solo deparan desgracias.
      Me alegro que te haya gustado.
      Saludos.

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  37. Es que cuando eres espia no puedes confiar ni en tu sombra. Muy buen relato Josep. Suerte.

    Abrazos.

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    1. Hola, Conchi. Mi espía se saltó la madre de las normas. Merecía una colleja, no lo que sucedió, pero ya se sabe que la vida del espía está llena de hechos inesperados.
      Un abrazo.

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  38. Hola Josep Mª. Un relato para muchas más palabras que 900. Enhorabuena, me ha gustado mucho!! Suerte!!

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    1. Hola, María José. Mi protagonista me dijo lo mismo, pues lo que quería contarme era mucho más largo y habría ocupado muchas más palabras, je, je.
      Me alegro que te haya gustado.
      Saludos.

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  39. Hola, Josep. Queria felicitarte otra vez por tu relato. Para mi era un clarísimo aspirante a tintero. Me ha sorprendido no verlo en el podio, pero las votaciones a veces no coinciden con nuestros gustos (bueno , casi nunca en mi caso, jejeje). Me parece un excelente trabajo y una historia redonda , por trama, por tono y por todo en general. Pues nada más, solo queria que lo supieras. Un abrazo y buen verano.

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    1. Muchas gracias, Pedro, por tu felicitación, aunque mi contribución no haya sido premiada ni tan solo con um premio de consolación, je, je. Si te soy sincero, y perdona la inmodestia, esta vez yo sí que creía que mi relato se encontraría entre los primeros, pero no es la primera vez que me llevo una decepción. Así son los concursos y siempre me digo que no volveré a caer en la tentación, pero luego me animo y repito, ja, ja, ja.
      Un abrazo y que pases también un buen verano.

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  40. Siempre he sentido curiosidad por saber cómo es la vida real de un espía, me da que la mayoría no viven experiencias tan llamativas como la de tu protagonista, pero sí que debe de ser muy estresante por eso de que no te descubran.
    Menuda "película" tan entretenida te has montado a cuenta de rusos y británicos. ¡Bravo!
    Un beso.

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    1. Era de suponer que la vida de un espía no es exactamnete igual a la que nos pintan en el cine, ni en las novelas, ni en los relatos de ficción, je, je.
      Si te ha gustado y entretenido, ya me doy por satisfecho, aunque el resto de participantes en el concurso que han votado no hayan sentido lo mismo. Y es que los espías, además, son unos incomprendidos, ja, ja, ja.
      Un beso.

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