Estaba leyendo “Un saco de
huesos”, de Stephen King, su escritor de novelas de terror favorito, cuando
llamaron a la puerta. Consultó el reloj. Eran las seis de la tarde.
Vio,
por la mirilla, a un individuo alto y muy delgado que no conocía de nada y cuyo
aspecto le dio mala espina. Aún así, y sin saber por qué, le abrió.
Según le
dijo el desconocido, trabajaba para la oficina del censo y necesitaba recopilar
una serie de datos con fines estadísticos. Así pues, le hizo pasar y le invitó
a tomar asiento.
─Veo
que le gusta Stephen King ─le dijo el visitante observando la novela que descansaba
sobre la mesita junto a la butaca en la que estaba sentado su anfitrión.
─Pues
sí. Me encanta la literatura de terror ─asintió éste, mientras la tomaba en sus
manos y le mostraba la portada.
─Siento
haberle interrumpido ─añadió aquél con cara de circunstancias.
─No
importa. Estaba a punto de dejar la lectura pues va a empezar Bones, mi serie de televisión favorita ─le
contestó, dándose cuenta de que lo dicho equivalía a culparle de otra
interrupción.
─¿Le
gusta la investigación forense?
─Me
gusta ésta en particular. Resolver un asesinado a partir de los huesos de un
cadáver me resulta fascinante.
─Los
muertos revelan muchas más cosas que los vivos ─dijo el hombre sonriendo
enigmáticamente.
Sus
modales educados, el tono de voz y su sonrisa parecían contradecir la impresión
inicial que le había causado aquel sujeto, pero había algo en su mirada que no
acababa de agradarle. A su edad, era gato viejo y sabía cuándo alguien escondía
algo y aquel hombre no era lo que decía ser. Pero le había dejado entrar y ya no
había vuelta atrás.
El
interrogatorio al que le sometió acabó por intrigarle. ¿Qué interés podían
tener para el censo aspectos como su estado de salud, sus últimas voluntades, si
era donante de órganos, si tenía familia o amistades y cosas por el estilo?
Una
vez se hubo ido el intruso, sintió un repentino escalofrío. Aquellas manos frías
como témpanos, su mirada inquisitiva y su sonrisa sardónica al despedirse, no
parecían propias de un ser vivo. Parecía como si la muerte le hubiera visitado.
─¡Será
posible! Estás paranoico ─se dijo en voz alta.
Miró
el reloj con fastidio, seguro que Bones ya
habría terminado, pero… ¡tan solo habían transcurrido unos minutos! ¿Cómo era
posible!?
Desconcertado,
se sentó en su sillón y encendió el televisor. El episodio de Bones acababa de empezar, pero fue
incapaz de prestar atención. No podía dejar de pensar en aquel individuo y en
sus preguntas. De pronto se sobresaltó, pues comprendió el propósito de toda aquella
farsa. Trabajara para quien trabajase, ese hombre le quería a él o, mejor
dicho, a su cadáver. Quizá pertenecía a una red de traficantes de órganos y el
propósito de su visita era asegurarse de que vivía solo, sin amigos ni
parientes que pudieran interesarse por él en caso de desaparecer.
Parecía
una locura pero no podía dejar de pensar en ello. Pero peor fue por la noche.
No podía pegar ojo dando vueltas y más vueltas en la cama. ¿Quién sería y qué
pretendía en realidad aquel hombre? ¿Volvería a por él? Y si era así, ¿cuándo?
Si le contaba a alguien sus sospechas, ¿le creerían o le tomarían por loco? No
sabía qué hacer.
Cuando
despertó, se halló sentado en el sillón y con el televisor encendido. A sus
pies yacía la novela de Stephen King y el punto del libro en su regazo. Tras
unos segundos de confusión, comprendió lo que había ocurrido: se había quedado
dormido mientras leía la novela. No sabía en qué momento pudo haberle ocurrido como
tampoco se explicaba el miedo que le invadía. Supuso que era producto de una
pesadilla que había olvidado por completo. Miró el reloj. Era ya media mañana.
¿Cómo había podido dormir tantas horas sentado? Le dolían los huesos.
Confundido
y con un terrible dolor de cabeza, decidió prepararse un café bien cargado.
Antes de llegar a la cocina, llamaron a la puerta. Vio, por la mirilla, a un individuo
alto y muy delgado que no conocía de nada y cuyo aspecto le dio mala espina. Aún
así, y sin saber por qué, le abrió. Al hacerlo, tuvo una desagradable sensación
de déjà vu.
Eso le pasa al hombre de tu relato por leer a Stephen King (efectos colaterales de un escritor, a mi parecer mediocre, pese a sus éxitos comerciales).
ResponderEliminarMuy pero que muy buen círculo te has marcado Josep Mª, el comienzo y el cierre, y hacernos sospechar, para luego desengañarnos, para de nuevo… vamos, que te gusta mucho jugar (eso es estupendo)
Hay dos “Aún así”, (despistes), uno de ellos se podría evitar. Y nada más Josep Mª, nos vemos en la final, ponte guapo y lleva un libro en la mano para poder reconocerte (que no sea de Stephen)
Hasta entonces un abrazo.
A mi me parece (lo he dicho ya en varias ocasiones) que Stephen King es un autor muy irregular. En mi opiniñon, tiene novelas estupendas y otras muy flojas. Un saco de huesos es para mí una de sus mejores novelas de terror, junto con Cementario de animales. Pero, claro está, te tiene que gustar este género.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado esta historia. De hecho, la he rescatado para el concurso. La publiqué por primera vez en 2015 en este blog (apenas tuvo comentarios) y ahora la he desempolvado para la ocasión. Gracias por hacerme notar esa repetición. Veo que soy un repetidor nato (excepto en el colegio y en la Uni, jeje), pues me suele ocurrir con bastante frecuencia y no lo detecto por mucho que revise el texto. Así que es de muy agradecer que una "contrincante" me haya advertido de ese fallo, jajaja.
Un abrazo, Isabel.
A mi también me pasa que no veo mis repeticiones o erratas, por eso agradezco que "otros" ojos revisen lo que escribo.También suelo rescatar viejas historias (no tiro nada... si es un relato malo o regular lo guardo y ya cuando llegue la inspiración lo retomo... incluso cuentos publicados que me parecían pasables, al releerlos los encuentro lleno de faltas. De un relato se pueden sacar un montón de versiones, es un buen ejercicio para soltar la pluma, ya sabes.
EliminarY no me llames contrincante, José Mª, que suena mú malamente ;) Llámame tu compañera.
Ja,Ja,ja. Era una broma. A fin de cuentas no competimos por el Pulitzer :)
EliminarUn abrazo, compañera.
Ay qué bueno, Josep. Vuelta de tuerca sobre vuelta de tuerca. Y ese final déjà vu es genial. Entre la novela de terror y la serie de forenses, no me extraña que tenga pesadillas, ni que estas se conviertan en realidad.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso.
Un beso.
Vete tú a saber lo que le pasó aese hombre. Quizá sí que tanta ficción de terror y suspense le ha llenado la cabeza de ideas absurdas y se ha convertido en un paranoico. Pero quién sabe lo que de verdad se esconde tras ese dejà vu, jeje.
EliminarMuchas gracias y un beso dde vuelta, Rosa.
Magnífico cuento. Esa visita premonitoria que vuelve a suceder, la has descrito perfectamente. El miedo e inquietud posterior, la noche mal durmiendo..la atmósfera que creas, una preciosa entrada
ResponderEliminarUn abrazo y por un atarde sin visitas tras la mirilla, ni flacos ni gordos, ninguno
Muchas gracias, Albada Dos, por tu elogioso comentario.
EliminarUn abrazo.
Ojalá tengas suerte en el concurso, porque el relato la merece.
ResponderEliminarUn abrazo.
Veremos... a través de la mirilla, jeje.
EliminarUn abrazo.
Un relato genial, con un final idéntico al principio, y con una sensación premonitoria en ese déjà vu.
ResponderEliminarDe todas formas, leer a Stephen King y ver Bones no es la mejor manera de descansar tranquilo, la verdad.
Espero que tengas mucha suerte en El Tintero de Oro, tu forma de narrar es impecable y solo por eso ya mereces un premio, pero siempre hay imponderables...
Por mi parte, aunque no sirva para puntuar en el concurso, tienes un diez.
Un besote.
Bueno, a mí me gusta Stephen King y seguí toda la serie de Bones, y de momento no me ha ocurrido nada extraño, jeje.
EliminarMuchas gracias, Paloma, por tu tan favorable opinión. Ojalá pudieras delegar tu voto, jajaja.
Un beso.
Uff tener una clarividencia y verse abocado a vivirla es tremendo.
ResponderEliminarSuerte en el concurso ¡¡¡¡
A lo mejor (o a lo peor) este hombre está condenado a repetir, día tras día, esa experiencia, como en un bucle. Si fuera así, sentiría pena por él. Sería como estar atrapado en tiempo (véase la película con este mismo título), jeje.
EliminarMuchas gracias y un abrazo.
Uy esos dejà vú pueden ser de lo más terroríficos, qué no abra pobre hombre.
ResponderEliminarEstá bien esto de rescatar relatos que no hemos leído, muy original y sí adormecerse con King puede ser de lo más terrorífico. A mi Stephen King me gusta aunque ahora hace muchísimo que no leo nada de él (excepto el Mientras escribo) y tienes razón que tiene libros mejores que otros y algunos son genialmente aterradores y encima él como persona me parece que es un gran tipo.
Suerte en el concurso.
Besos
Creo que todos, alguna vez, hemos tenido o sentido algo parecido al dejà vu, esa sensación de haber visto y/o vivido algo o a alguien antes y no podemos saber dónde ni cómo. Es como esa sensación tan rara de "tener algo en la punta de la lengua". Crees que sabes lo que vas a decir pero no lo sabes. El cerebro tiene cada cosa... jajaja.
EliminarEse hombre, si hubiera sido más cauto o aprendido de las novelas y series que tanto le gustan, tendría que haber adivinado que ahí hay gato encerrado y habría hecho oídos sordos a la segunda llamada. Pero se dejó llevar por un impulso irracional (¿o una atracción paranormal incontenible?) y volvió a dejar entrar a ese intruso que vete a saber qué pretende, jeje.
Si las novelas de King suelen ser irregulares, sus adaptaciones a la pantalla (sobre todo a la TV) lo son más.
Un beso.
Magnífico relato Josep, y por lo que estoy leyendo has decidido presentarlo al concurso. Pues yo que no tengo nada que ganar o perder, lo califico como sobresaliente. Preciso, circular e inteligente en la narrativa. Por cierto, las casualidades me invaden este mes, ja,ja,ja, está mañana he estado viendo el pase de 'Cementerio de animales' (la nueva versión cinematográfica que se estrena el 5 de abril), y ahora me encuentro de nuevo con Stephen King en tu relato. A mí por cierto es un escritor que me encanta. Un gran abrazo.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado tanto como para calificarlo con un sobresaliente. Como le decía a Paloma/Kirke, lástima que no podáis ddelegar vuestro voto, jajaja.
EliminarBueno, bueno, estoy esperando con ansia el estreno, el 5 de abril, de "Cementerio de animales", pues la novela me gustó mucho, de las pocas que me han hecho sentir miedo. En FilmAffinity todavía no hay puntuación, así que tendré que esperar a tu crónica, si es que no la he visto antes, jeje. Sea como sea, no pienso perdérmela. Espero que la versión cinematográfica no me decepcione demasiado.
Un fuerte abrazo.
Todo un cuento de terror. Muy bien construido, Josep y muy inquietante. Mucha suerte.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta.
EliminarLos relatos de terror no son muy frecuentes en los concursos literarios, a menos que se centren en este género, pero decidí probar suerte. Una vez presentado, del terror pasaré al suspense, jeje.
Un abrazo.
Historia interesante donde parece como si fuera una premoción. Claro que si se hubiera acordado de cual era la causa al tener esa sensación al despertar, no habría dejado entrar otra vez al hombre. Entonces no habría historia como me dicen mis hijas cuando digo algo de este estilo en alguna película o serie que estemos viendo en televisión, jajaja.
ResponderEliminarSiempre estupendo como desarrollas las tramas, Josep.
Un abrazo.
Exacto, Elda, entonces no habría historia que contar ni suspense, jajaja.
EliminarLa ficción tiene eso, que uno puede elucubrar con lo que le viene a la mente, jeje.
Un abrazo.
Muy bueno. Me encantan los relatos circulares. Y además, nos has dejado con la intriga de quién era el hombre alto en realidad...
ResponderEliminarMuchas gracias, Sara. Falta por saber si ese hombre alto y delgado realmente existió, jeje.
EliminarUn abrazo.
Un relato realmente desconcertante, Josep. En los sueños a veces pasa que nos metemos en situaciones que intuimos peligrosas sin podernos resisitir, incluso si al mismo tiempo nos estamos preguntando por qué lo hacemos. Lo peor es que tu prota va a pasar por la experiencia más de una vez y quizás en estado de vigilia... ¿o sigue dormido soñando dentro de un sueño? Da para pensar mucho, pero estoy casi segura de que volverá a abrir la puerta...
ResponderEliminarMuy bueno, compañero. ¿Es posible que este relato sea una reedición? Juraría que lo leí hace tiempo pero con esta cabeza que tengo...
¡Un abrazo y mucha suerte en el Tintero!
La idea de soñar dentro de un sueño me encanta. Creo que te la tomaré prestada para algún relato futuro, jajaja.
EliminarSí que a veces me ha ocurrido no saber distinguir entre lo soñado y lo vivido, aunque solo sea durante unos segundos, tras despertar. A lo que le ha ocurrido a mi prota, todavía no le he encontrado una explicación. Puede ser real o imaginado. Quién sabe. En todo caso, le seguiré la pista, por si algún día desaparece, jajaja.
Y sí, como le decía a Tara, este relato lo he rescatado de entre los que publiqué en 2015, concretamente en febrero de ese año, pero por la juventud de este blog no tuvo apenas comentarios. Solo he tenido que pulirlo y sacarle brillo. Veo que tienes buena memoria, jeje.
Muchas gracias por tu comentario y tus buenos deseos.
Un abrazo.
Hola compañero, ¡pero cómo se le ocurre abrirle por Zeus! si es que en el fondo quién ve esa serie de huesos y lee terror sentado en una butaca es el prototipo de personaje que quiere pasar a escena aunque sea en realidad virtual, ya me lo imagino. Un relato redondo Josep María con esa natural manera de narrarlo. Por cierto yo he leído algo de Stephen King, concretamente "Mientras escribo" y me gustó, me resulta un autor muy cercano al lector. Un abrazo.
ResponderEliminarRealmente es un tipo extraño, aunque no tanto como su visitante. Pero igual se hacen amigos. Solo es cuestiñon de que tengan gustos comunes y, por lo que parece, a amobs les gusta Stephen King, jeje.
EliminarDeberías, pues, ya puestos, leer Un saco de huesos.
Un abrazo.
Hola Josep
ResponderEliminarVaya relato! Me dejas con ganas de saber quien es el hombre que llama a la puerta y que le va a ocurrir a nuestro amigo.
Muy entretenido y misterioso, lo he disfrutado un montón.
Un abrazo y suerte en el tintero
Está muy bien eso de que la gente se quede con ganas de saber más, jeje.
EliminarA mí también me gusyaría saber quiñen es eese tipo que llama a la puerta. Yo, desde luego, no le habría abierto.
Muchas gracias, Paola, y un abrazo.
Hola Josep. Te confieso que no he leído nada de Stephen King; aunque me llama la atención no termino de decidirme a empezar una obra suya. Como has comentado que "El cementerio de animales" y "Un saco de huesos" son tus preferidas pues quizás me decida por una de ellas. Ya te contaré.
ResponderEliminarRespecto al relato, sólo puedo decirte que te ha salido muy redondo, dejándonos en suspenso con esa sensación de déjà vu que ahoga a nuestro protagonista. ¿Sueño o realidad? Muy bueno, de verdad.
Mucha suerte en el concurso.
Hola, Bruno. Pues si te atrae leer algo de este maestro del terror contemporáneo, harías bien por empezar con estas dos obras. "Cementerio de animales" es terror clásico, mientras que "Un saco de huesos" tiene una gran dosis de suspense y paranormal, al estilo de "El resplandor". A partir de ahí, ya cada uno tiene sus preferencias.
EliminarEn cuanto a mi relato, me alegro de que te haya gustado. Y en cuanto al concurso, te deseo lo mismo, pues el tuyo también es muy bueno.
Un abrazo.
Hola, Josep Mª
ResponderEliminarCoincido con los compañeros. Un relato redondo, inquietante, que te deja con ganas de más. Muy buena esa vuelta de tuerca final. Suerte en el tintero.
Hola, Conrad. Lo malo del suspense con finales abiertos es que te deja en suspenso, jajaja.
EliminarMuchas gracias por tu amable comentario.
Nos vemos en la final, jeje.
Un saludo.
Gracias, Josep, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!!
ResponderEliminarGracias a tí, David, por darnos esta oportunidad.
EliminarUn fuerte abrazo.
Josep, me ha encantado tu relato. Muy bien llevado, me sentí atrapada por la trama. ¿Habrá sido el efecto Sthepen King? También me he quedado intrigada por esa sensación de déjà vu de tu protagonista. Te felicito. Un abrazo.
ResponderEliminarLeer a Stephen King desata, sin duda, la imaginación y la fantasía. Lo malo es que después puede resultar difícil distinguir entre fantasía y realidad, que es lo que debió ocurrirle a mi protagonista, jeje.
EliminarUn abrazo.
Muy bueno Josep Mª, ¿sabes por qué leo cosas blanditas antes de acostarme?,... lo entiendes jajajajaja
ResponderEliminarFuera bromas, lo que más me gustó es ese cierre de círculo, esa vuelta atrás cuando ya todos lo dábamos como un mal sueño,...
Mejor, porque leer cosas duritas puede provocar insomnio, jeje.
EliminarMe alegra que te haya gustado ese giro final que a muchos os ha sorprendido.
Un abrazo.
¡Buff Josep! Creo que dejaré de mirar por la mirilla a partir de ahora. Esa sensación de vulnerabilidad que se siente cuando nos corre el escalofrío pertinente por el cogote es inexplicable y aplicable a ese asomarse a esa pequeña ventana al exterior y ver nuestro destino repetido como en la película "El día de la marmota". Un destino que sale a nuestro encuentro queramos o no.
ResponderEliminarestupendo relato que no deja de ser un guiño a los del maestro del terror.
Un abrazo.
Esos interrogantes de "¿quién será? y ¿qué querrá? pueden crearnos, no solo una lógica intriga sino también desasosiego, especialmente si quien está al otro lado tiene un aspecto como el de ese visitante inesperado, jeje. Y si esa sensación de vulnerabilidad se repite día tras día, ya ni te cuento, jajaja.
EliminarMe alegro que te haya gustado esta historia, que ojalá pudiera compararse mínimamente con las de esos maestros del terror a los que aludes, jeje.
Un abrazo, Javier.
Un destino muy incierto el que le espera a ese ingénuo o insensato lector de novelas de terror.
ResponderEliminarUn abrazo, Julio David.
Hola Josep. Sabes? No leo terror, me asusta jajaja. Esa sensación de vulnerabilidad y no saber si es posible que ocurra, todo lo cual has logrado con tu relato. Menos mal que es de mañana y la luz me acompaña para olvidar. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
A mí siempre, desde pequeño, me ha gustado pasar miedo. Lo malo es que luego tenía pesadillas. Ahora ya no, jeje. Y es que lo desconocido siempre inspira temor.
EliminarAgradecido por tu visita.
Un abrazo, Mirna.
Hola Josep!! Has conseguido transmitir angustia y una sensación enorme de mal rollo jajajaj
ResponderEliminarTu relato es original y atrapa! ¿No lo vas a continuar?? Yo quiero saber quién es y por qué ha entrado en bucle!
Petonàs!!
Por cierto, los momento de mirilla son los que más miedo me dan. En 1Q84 de Murakami, hay un momento en el que aparece un personaje tras la puerta, y la protagonista lo observa por la mirilla y me causó mucha sensación de claustrofobia!!
ResponderEliminarHola, María. Prefiero dejarlo así. De este modo se mantiene el suspense y no tengo que estrujarme la sesera ideando una continuación mínimamente plausible, jajaja.
EliminarUna figura, sobre todo si es indistinguible y distorsionada, tras la mirilla inspira mucho temor. Las mirillas de ojo de buey son las peores, jeje. Lo mejor es recurrir al típico "¿quiñen es?" :-)
Un beso.
¡Magnífico relato! Me ha gustado mucho leerlo, y también tu blog me parece interesantísimo. Al igual que a tí me gustan los libros, la música y el cine. Creo que éste será un buen lugar para visitar, por eso me quedo contigo. Estoy en https://elbaulderita.blogspot.com/ Un saludo.
ResponderEliminarHola, Rita. Y añadiría que también me gusta escribir, y que me lean, jeje. Espero que si vuelves por aquí, sigas pensando que ha valido la pena la visita.
EliminarUn saludo de bienvenida.
uf menudo relato, vivir lo que has soñado., me ha sorprendido ese final sin duda. Para mi es muy bueno.
ResponderEliminarMuchísima suerte en el Tintero de Oro.
Un abrazo.
Qué bien, Tere, que te haya gustado y sorprendido, pues no es fácil lograr las dos cosas, jeje.
EliminarMuchas gracias por tu comentario y tus buenos deseos.
Un abrazo.
Un relato inquietante y muy bien construido. Las mirillas levantan mucho suspense en cualquier novela de intriga.
ResponderEliminarTe felicito un relato muy bueno.
Un abrazo y suerte en el concurso Josep
Puri
Hola, Puri. La mirillas y las visitas inesperadas de desconocidos suelen levantar sospechas y temores. Me alegro de que te haya gustado esta historia. En lo referente al concurso, ya sabes lo que se dice en estos casos: lo importante es participar, jajaja.
EliminarUn abrazo.
Has construido una historia redonda, con un argumento inquietante, manejando con gran habilidad esa trama en bucle que nos invita a seguir recreando la historia más allá del sorprendente final. Stephen King es mi escritor favorito y creo que "Un saco de huesos" es una de sus mejores novelas. Mucha Suerte en El Tintero. Un abrazo, Josep.
ResponderEliminarMuchas gracias, Paco, por tu elogioso comentario sobre esta historia de ficción y fantasía.
EliminarVeo que coincidimos en nuestra admiración por Stephen King y con la valoración de su novela "Un saco de huesos".
Yo también te deseo suerte en el Tintero de Oro.
Un abrazo.
Ná... que voy a tener que leerme el saco de huesos, a ver si me reconcilio con el amigo Stephen ;)
ResponderEliminarSi realmente te gusta este género, te la recomiendo. No hay mostruos ni alienígenas, como en alguna de sus novelas más mediocres; es más bien una historia de suspense con un toque paranormal, cuyo detonante es el síndrome de la página en blanco de un escritor famoso de novelas de terror (debió de inspirarse en sí mismo). Si te decides a leerla ya me contarás, aunque ya se sabe: para gustos los colores, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Coincido en que Stephen king es capaz de lo mejor y de lo peor, no es que lo haya leído en exceso pero en las ocasiones en que lo he hecho me he llevado esa impresión. Desde luego al protagonista de tu relato no le va a quedar muy buen recuerdo del escritor. La intriga está presente en toda la trama y nos dejas un final abierto que cada cual puede rellenar a su gusto, en todo caso no augura un desenlace feliz para el protagonista ¿o si?. Suerte en el Tintero, Josep. Un abrazo!
ResponderEliminarPues sí, Jorge, la asociación de ideas le pasará factura a mi protagonista. Cada vez que vea la novela de Stephen King sobre la mesilla le entrarán escalofríos con solo pensar que quizá, solo quizá, vuelva a revivir esa misteriosa visita, la cual no augura nada bueno.
EliminarMuchas gracias por tu lectura, comentarios incluidos. Yo también te deseo suerte con tu "Proyecto", jeje.
Confieso que no he leído nada de Stephen King, ya que el terror no me gusta, ni en lectura, ni en películas. Pero este relato muy bien llevado dena un final redondo parecido al sueño. Yo no abriría la puerta despées de tener ese sueño. ¡Suerte en el tintero!Un abrazo.
ResponderEliminarPues si no te gusta la literatura de terror, mejor no leas a Stephen King, pero me alegro que, por lo menos, mi historia sí te haya gustado.
EliminarMuchas gracias, Mamen, por tus buenos deseos.
Un abrazo.
Este relato de suspense y misterio me ha tenido intrigada con el inquietante personaje. Conforme va acercándose el final te vas liberando. ¡Pura ilusión! El autor no flojea en ningún momento y mantiene la trama con esa vuelta de tuerca que te deja con el corazón encogido. Ahora la pesadilla es real.
ResponderEliminarSuerte en El Tintero.
A veces, solo a veces, las pesadillas se hacen realidad, jeje.
EliminarMuchas gracias, María Pilar, por tu comentario; me alegro que este relato te haya mantenido intrigada.
Te deseo también suerte en el Tintero de Oro.
Un saludo.
Hola Josep,
ResponderEliminarAterrador, magnífico relato, donde se rompe el orden cronológico que estamos acostumbrados a seguir. Un Déjà vu que le deja a tu protagonista esa sensación inquietante. Stephen King y la serie Bones son mis favoritos! !Mucha suerte en el tintero!
Abrazo
Hola, Yessy. Me alegro que te haya gustado este relato de fantasía. Los "dejà vu" siempre me han intrigado e inquietado, y creo que al protagonista le sucede algo igual.
EliminarMira por dónde, tenemos los mismos gustos, jeje.
Gracias por tus buenos deseos, que son recíprocos.
Un abrazo.
Un relato breve, pero intenso y muy redondo, me ha gustado mucho compañero. Me quedo con la sensación de que las mirillas las carga el diablo y que las sinapsis tienen mucho peligro jejeje
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso!!! Un abrazo grande y dominical.
Las mirillas nos pueden transportar al mundo de lo onírico y lo desconocido. Yo, si puedo, evito mirar por ellas, jeje.
EliminarMuchas gracias por tu tiempo y por tu comentario.
Un fuerte abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl novelesco9 de abril de 2019, 4:17
ResponderEliminar¡Ostras Josep Mª! ¡Me había despistado contigo y creía que ya te había leído! Me ha encantado tu relato, como vas jugando con el lector haciéndole pensar que algo fantástico —y macabro, por qué no decirlo— va a acontecerle al protagonista. Viendo a quien leía y con la extraña presencia del visitante, no me extraña que el pobre tuviera esos sueños y esa sensación al final. Espero que tengas muchísima suerte en el concurso y un fuerte abrazo! ; )
Bueno, Ramón, nunca es tarde cuando la dicha es buena, jajaja.
EliminarMe alegro que te haya gustado esta historia de fantasía y un poco de suspense, jeje.
Muchas gracias por venir a leerme y por tus buenos deseos.
Un abrazo.
Joé que mal rollo!!! Nunca he sido muy amante ni de las novelas ni de las películas de terror, si hay que verla, la veo, pero para mí es suficiente con ver las noticias y darme cuenta de que este mundo se va al garete!
ResponderEliminarHe disfrutado con tu relato, como siempre.
Un abrazo.
Pues no andas desencaminado, David, pues últimamente solo hay que leer o ver las noticas para que a uno le entre el pánico. Por ello me alegro todavía más de que te lo hayas pasado bien leyendo este relato, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Podría ser un bucle infinito, tras la segunda visita del censor enigmático, volver a despertar y oír de nuevo el timbre, y otro dejà vu... Realmente sabes mantener la tensión y crear,
ResponderEliminarcomo ya te han apuntado, un relato redondo en todos los sentidos. Muy bueno, Josep. Un saludo y suerte en el tintero.
Es como la película sobre el día de la marmota. Debe de resultar insufrible revivir continuamente una misma experiencia. En este caso, sin embagro, el protagonista solo experimenta la sensación de haberlo vivido con anterioridad, lo cual me imagino que es algo menos estresante, jeje.
EliminarMuchas gracias por tu comentario y tus buenos deseos, que son recíprocos.
Un abrazo, Jose.
¡Vaya dejá vu! Muy original la historia de tu aficionado al terror, quizás la muerte le estaba pagando con su misma moneda misteriosa y escabrosa. Mucha suerte en el Tintero. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Bea, por tu visita, tu comentario y tus buenos deseos.
EliminarUn abrazo.
Enhorabuena Josep Mª por tu puesto en TINTERO. Un relato estupendo compañero. Abrazos y hasta pronto.
ResponderEliminarEnhorabuena a ti por esa bien merecida medalla de plata. Dí en el clavo, jeje.
EliminarUn abrazo y hasta la siguiente.
Amigo Josep Mª, tengo que darte la enhorabuena por el texto y por esa mención honorífica.
ResponderEliminarMe encantan este tipo de historias y me ha encantado tu relato, te ha quedado genial, con ese cierre tan redondo.
Pienso también que ese meritorio quinto puesto podría incluso haber sido algo más alto...
Un fuerte abrazo.
Hola, amigo. Me imagino que leíste este relato durante el periodo de calificación, porque no es una lectura muy adecuada para un Viernes Santo, ja,ja,ja.
EliminarMe alegro que te haya gustado esta historia que cae dentro de lo paranormal, jeje.
Muchas gracias por tu elogioso comentario. De vuelta de mis vacaciones, acabo de ver que has presentado un relato para el Tintero de Oro. Voy a leerlo lo antes posible pero ya te adelanto mis mejores deseos. Cada vez resulta más difícil obtener una mención, pues si el nivel ya era muy alto desde los inicios de este concurso, ahora, con cada vez un mayor número de participantes, ni te cuento, jajaja.
Un fuerte abrazo, Patxi.
Vaya, Josep, te juro que no había leído este relato antes de escribir el mío, porque el parecido en lo que es la trama es bastante igual, eso sí, el tuyo es más serio y de noche de terror y el mío más de "Cine de Barrio", je, je, je. Y es que yo también comparto el miedo por las mirillas, sé que el que está al otro lado no nos puede ver, pero, el sentimiento es contradictorio, y tú has sabido crear esa incertidumbre muy bien, de hecho leo que conseguiste una bien merecida mención en el tintero.
ResponderEliminarDe King he leído poco, solo un libro de relatos, algunos de los cuales me parecieron sublimes.
Un abrazo y gracias por invitarme a pasar por este relato.
Es que por aquella época nuestras vidas blogueras todavía no se habían cruzado, je,je.
EliminarQué gracia me ha hecho eso de definir comparativamente tu relato como de "cine de barrio", ja,ja,ja.
Tus relatos son muy buenos y tienes el don de saber atrapar al letor, ya sea en un relato "serio" o en uno "desenfadado" y dominas el diálogo a la perfección.
Y ahora que nos hemos hecho la pelota mútuamente, te diré, sobre las obras de "mi amigo Stephen" (este es el título de un relato de ficción que le dediqué) que, para mí, la novela que más me impactó fue precisamente "Un saco de huesos", porque se trata de terror para(psicológico) que es el que más me gusta.
Un fuerte abrazo, Pepe.