lunes, 10 de diciembre de 2018

Maldita soledad



La soledad me producía una profunda angustia y desesperación existencial. Después de vivir más de media vida solo, decidí comprar un amigo, pero siempre me habían dicho que la amistad no se compra. Entonces opté por alquilarlo. Solo encontré a uno dispuesto a ello. Me pidió, a cambio, discreción absoluta. Temía que alguien pudiera pensar que entre nosotros existía algo más que una simple y cordial relación amistosa. Nadie debía conocer nuestro vínculo. Venia por la mañana y se marchaba al anochecer, procurando que nadie le viera.

Me hacía compañía de forma muy eficiente y cordial. Acabamos forjando una auténtica amistad. Pero por las noches debía partir y entonces me sentía más solo que nunca. Y es que la soledad se hace más insoportable cuando previamente se ha disfrutado de una grata compañía.

Como no pude convencerle de que se quedara conmigo para siempre, tuve que pensar en una alternativa.

Muy a su pesar, ahora le tengo a mi lado a todas horas. Solo existen dos inconvenientes: se han terminado las animadas charlas que manteníamos y su cuerpo empieza a despedir un olor tan intenso que me temo que acabará alertando a los vecinos.



*El grito, de Edvard Munch (1893)

28 comentarios:

  1. Siento Josep que no pega con la historia el hecho de que lleve media vida solo, creo que luego de tanto tiempo, aun si es joven, se acostumbraría a estar solo. Pienso que esto más bien le pasaría a quien hace poco perdió a su pareja o a un gran amigo.
    Sólo mi opinión mi estimado amigo.
    Por lo demás, me ha gustado.
    Abrazos.

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    1. Sí, amigo, supongo que esa sería la reacción de una persona normal, pero mi desequilibrado protagonista parece no seguir la conducta esperada. Su soledad, que acaba percibiendo como algo terrible, le va socabando su estado psíquico como si de una bomba de relojería o una olla a presión se tratara. Y al final todo saltó por los aires. Nadie, en su sano juicio, por muy solo y depresivo que se sienta, tomaría una solución tan drástica, jeje.
      Casualmente, mis dos últimos relatos versan sobre el efecto de la soledad en una mente perturbada. Evidentemente es pura deducción o invención personal, pues jamás he vivido de cerca, por fortuna, casos así. A pesar de tus reparos, me alegro que la historia haya acabado gustándote, jeje.
      Un abrazo.

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  2. Hay gente solitaria que se encuentra a gusto en ese estado, son personas insociables o que, simplemente, se han habituado a estar solas. A veces, incluso, acaban aborreciendo la compañía. No es una conducta normal, como no la es la que aquí narro. Faltaría más, jajaja.
    Pero es cierto que la soledad puede acabar empujando a quien la sufre a hacer cosas impensables de antemano.
    Un abrazo.

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  3. Me he quedado como el del famoso cuadro, con la boca abierta, jajaja.
    Sorprendente lo que llegó hacer por soledad, bueno, sorprendente tu imaginación creativa para escribir relatos. Creo que la soledad es mala cuando uno se encuentra enfermo, si no, no está nada mal si te la administras bien.
    Muy bueno Josep, me ha gustado mucho.
    Un abrazo y buena semana.

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  4. Hola, Elda. Según los entendidos, la imagen del cuadro de Munch representa la angustia y la desesperación en el hombre moderno, de ahí que la haya utilizado para ilustrar mi relato.
    Si la mente, por sí sola, puede jugarnos malas pasadas, con ayuda de una soledad angustiosa y rebelde, puede, creo yo, degenerar en un cuadro depresivo u otra alteración mental. Por supuesto, yo he dramatizado la situación hasta un límite insospechado, y me atrevería decir que irreal, jeje.
    Y no creas, a mí también me gusta estar solo de vez en cuando, jajaja.
    Un abrazo y te quedo agradecido por tu visita.

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  5. Bueno, hay distintas maneras de mantener a tu lado a alguien y, si es en contra de su voluntad, suelen ser drásticas y nunca dan el resultado que se espera. Esta de tu personaje lo ha sido en extremo (drástica) y, una vez decidida la forma, el resultado es el previsible.
    Muy buen relato. Pocas palabras y mucha contundencia.
    Un beso.

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    1. Si un secuestro para conseguir el amor (del tipo que sea) a la fuerza ya está condenado al fracaso, pasar a mayores, como es el caso, es lo mismo que decir aquello de "la maté porque era mía", jeje.
      Muchas gracias, Rosa, por tu comentario.
      Un beso.

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  6. Ja,ja,ja que bueno, se podría decir que hay amores (o amistades) que matan literalmente. Me ha gustado mucho tu microrrelato y el sorprendente final que has pensando para el mismo. Pienso que la soledad y casi cualquier tema pueden valer para ese humor negro tan sugerente, pero hay que tener una habilidad especial para llevarlo al mundo de los relatos o de los cuentos sin herir ninguna sensibilidad en un mundo con la piel tan fina. Lo dicho Josep, muy bueno, breve y preciso. Un abrazo.

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    1. Efectivamente, Miguel, hay amores que matan, jeje. El deseo desbocado y la frustraciñon de ese individuo solitario a la fuerza y amargado sin remedio, tuvo un desenlace que no le favorecerá en nada, todo lo contrario. Eso es lo que sucede cuando se hacen las cosas sin pensar.
      Pues no me había planteado que este relato de humor negro pudiera herir susceptibilidades. Espero que no. El humor, hecho sin mala intención, es muy sano y vital. Hasta resucita a un muerto, jajaja.
      Muchas gracias por tu valoración, amigo.
      Un abrazo.

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  7. Es muy drástica esta decisión para tener compañía. Tiene que estar muy loco para hacer algo así. El cuadro del grito va muy bien al relato. Un abrazo.

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    1. El hombre estaba tan angustiado y deseperado como el sujeto que aparece en el cuadro de Munch. A lo mejor el pintor se inspiró en él y no lo sabemos, jajaja.
      Un abrazo.

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  8. ¡Ay, la soledad! El Infierno cuando es impuesta; el Paraíso cuando es buscada. Un potente micro el que te ha sugerido ese cuadro icónico que recoge como ningún otro esa desesperación vital inconsolable. Me encantó este nuevo registro narrativo, Josep. Un abrazo!!

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    1. Pues sí, David, la soledad hay que dosificarla. Tomarla con precaución y cuando nos hace realmente falta, sin abusar de ella. Todos necesitamos eso que llamamos nuestro espacio, pero cuando ese espacio lo acaba ocupando todo a todas horas se hace agobiante e intolerable, con consecuancias inesperadas.
      Me alegro que este nuevo registro narrativo te haya gustado.
      Un abrazo.

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  9. Me ha gustado mucho el relato, aunque me has dejado un poco preocupado porque yo soy un poco solitario. :)
    Un abrazo.

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    1. Me alegro, Chema, que te haya gustado. Y no temas, dicen que los genios suelen ser individuos solitarios y que generan sus genialidades en la más absoluta soledad. Pero ojo, control, que no se te vaya la pinza, jajaja.
      Un abrazo.

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    2. La pinza ya se me fue hace tiempo y para generar genialidades tendría que ser un genio, lo que está bastante lejos de ocurrir.
      Un abrazo.

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  10. Me encanta, pero me asusta porque mi hermana tiene una amiga que es bastante solitaria. ¿Debemos preocuparnos?
    Muy feliz miércoles.

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    1. Yo, por si acaso, no dejaría de vigilarla y si algún día os propone, a tu hermana o a tí, que os quedéis con ella más tiempo del estrictamente necesario, pondría pies en polvorosa, jajaja.
      Un abrazo y feliz semana.

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  11. Vaya con tu protagonista, al principio suscita compasión por esa falta de compañía y luego resulta que es un psicópata. Al final resulta que si estaba solo era por algo.
    Buen relato, corto pero muy explícito. Me ha gustado mucho, creo que, hasta ahora, no te había leído nada tan breve.
    Un beso.

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    1. Pues no sabría decirte si ya estaba "sonado" antes o se volvió así después de muchos años de soledad. Mucha gente que vive sola acaba hablando sola, cosa que es bastante normal dentro de lo que cabe, pero no sé de nadie que se haya trastornado hasta el punto de acabar actuando como este personaje, jeje.
      Hacía mucho tiempo que no practicaba el microrrelato y me dio por ahí, me puse a escribir y lo tuve listo en un plis plas (cosa muy rara en mí). Debí identificarme con ese hombre solitario y mi mente se volvió, por unos instantes, psicopática. A ver si tengo que preocuparme; cuando estoy solo a veces le hablo a mi perro, jajaja.
      Un beso.

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  12. "Estupefactada" me he quedado con el fantástico relato, sin duda este señor más que un amigo...necesitaba un psicólogo/psiquiatra, probablemente medicación...y un perro que le hiciera compañía. Supongo que la soledad no buscada/deseada puede ser perjudicial para la salud... quizás porque somos animales más sociales que racionales ;)
    Gracias por compartir. Un abrazo compañero de teclas.

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    1. Bueno, lo del perro no es mala idea, aunque dialogar lo que se dice dialogar no podría, todo sería un monótono monólogo y algún gruñido, lloriqueo o ladrido de respuesta de vez en cuando, jajaja.
      Del mismo modo que la risa es saludable física y mentalmente, la tristeza y, por ende, la soledad debe ser, efectivamente, perjucicial para la salud. Y si alguien no está en su sano juicio, la soledad puede desatar algún trastono grave, aunque ignoro si tanto como para cometer un asesinato, jeje.
      Gracias tí, Cristina, por leer mis historietas y por comentarlas.
      Un abrazo.

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  13. Me has dejado sin palabras o mejor dicho sin saber que comentarte
    Miles de abrazos y seguí manteniendo tu magia

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    1. Del mismo modo que una imagen vale más que mil palabras, un silencio puede ser muy significativo.
      Muchas gracias por tu visita.
      Saludos.

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  14. Cuatro conclusiones son las que saco después de leer tu corto. La primera es, que la soledad no elegida es muy perjudicial para la salud mental. La segunda que hay amistades peligrosas. la tercera que las relaciones de amor ni se compran ni se venden y la cuarta y no menos importante, la amistad hay que cuidarla para conservarla, pues en caso contrario huele.
    Un abrazo.

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    1. Pues le has echado una buena reflexión a esta historia que a tantas conclusiones te ha llevado, jeje.
      Y desde luego, todas son muy acertadas. Y, por supuesto, las conservas, pasada la fecha de caducidad, acaban oliendo mal, jajaja.
      Un abrazo, compañero.

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  15. Una persona que "alquila" una amistad es que no anda muy bien de la "azotea" que dirían en mi tierra. Se puede esperar de ella cualquier cosa. No digamos del que se fía de él, un incauto.
    Un relato genial, como nos tienes acostumbrados. Saludos ¡¡

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    1. Hola, Manuela. Desde luego, este hombre no estaba bien de la azotea, y no solo por querer comprar, primero, y alquilar, luego, una amistad, sino por cómo la trató al final, jeje.
      El que se fio de él debía estar muy necesitado de dinero, porque solo así se entiende que se aviniera a pactar tal despropósito. No sé cuánto cobraría por ello, pero sí sé que lo pagó muy caro, jajaja.
      Un abrazo.

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