martes, 9 de noviembre de 2021

El perro y el loro

 ¿Realidad o leyenda urbana?, quién lo sabe. Esta historia me llegó por boca de un amigo a quien un compañero de trabajo se la contó asegurando que le había ocurrido a un amigo suyo que se acababa de mudar con su mujer a una urbanización en la que sus vecinos tenían un loro. Me imagino que la cadena boca-oído debe ser todavía más larga, de modo que su origen se habrá perdido en el tiempo. Hay quien me ha asegurado saber de una historia parecida y de una fuente también incierta. Y hay quien me ha dicho haberlo leído hace años en un libro de relatos cuyo título no recuerda. ¿Verdad o mentira? Ahí lo dejo.



Los García y los Pardo habían trabado una buena amistad desde que estos se habían instalado en el adosado contiguo. Los García tenían un loro desde hacía muchos años y los Pardo un Pastor Alemán.  

Un viernes por la tarde, los García les comunicaron que se iban a pasar el fin de semana a la costa. Todo transcurría con normalidad hasta que al día siguiente los Pardo vieron aparecer a su perro con el loro en la boca. Horrorizados, creyeron que este le había dado caza. ¿Cómo podía haber ocurrido? Los García debían haberse olvidado cerrar la puerta de la jaula, que solían dejar en el jardín cuando hacía buen tiempo.

A los Pardo no se les ocurrió otra idea que ir a la pajarería más cercana y comprar un loro idéntico al occiso e introducirlo en la jaula de donde debía haberse escapado. Así pues, saltaron el muro de separación y culminaron su proeza, esperando que los García no notaran la diferencia.

Cuando sus vecinos regresaron a casa, la mujer empezó a proferir unos gritos desgarradores. Alertados y temerosos, los Pardo se apresuraron a acudir en su ayuda. Al abrir la puerta y ser interrogado, Julio García dijo que a su mujer le había dado un ataque de histeria al comprobar que el loro, al que habían enterrado en el jardín días atrás, volvía a estar vivo y coleando en su jaula.

Los Pardo nunca confesaron su intervención y la mujer de Julio estuvo, durante años, en tratamiento psiquiátrico.

(250 palabras)



91 comentarios:

  1. Eso fue exactamente lo que le paso a mis vecinos. Y eso que vivo al otro lado del mundo. Vaya, hasta hoy me doy cuenta que era una leyenda

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    1. Pues ya ves, así son las leyendas urbanas, que corren como la pólvora de un extremo al otro del planeta, je,je.
      Un saludo.

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  2. Hola Josep. Interesante historia, que a pesar de la brevedad mantiene el interés hasta el final por saber que pasó con el pobre loro, que se fue al otro barrio sin saber que resucitaría en breve. Desde luego los Pardo son unos capullos callándose su fechoría y obligando a la pobre señora García a recibir terapia durante años. Buen aporte al reto de este mes. Un abrazo.

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    1. Cuando me lo contaron, a pesar de mi incredulidad, también pensé que, de haber ocurrido, los Pardo (el nombre es inventado) fueron unos cretinos por dejar que sus vecinos creyeran que el loro había resucitado y que la mujer tuviera que recibir tratamiento. Ahora bien, tampoco entendí cómo se pudieron tragar el fraude y no notar el cambiazo. Pero las leyendas son así, je,je.
      Un abrazo.

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  3. Genial. Esa leyenda no es de las conocidas. Al menos yo no la conocía y me estaba esperando cualquier cosa menos lo del loro fantasma.
    Un beso.

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    1. Esta historia no es tan famosa como las típicas leyendas urbanas, de ahí que no se haya divulgado tanto.
      Un beso.

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  4. Estupendo aporte, Josep.
    Con ese tono de fábula has conseguido dibujar lo que merece ya la denominación de leyenda urbana con todas las letras. Cuidado con los loros fantasmas que me cuentan se comienzan a reproducir especialmente por la zona del levante español. ¿Leyenda urbana? Je, je.
    Un abrazo.

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    1. Cuando ves que una historia, aparentemente creíble, se hace viral (como ahora lo llaman) hay que sospechar que de real no tiene mucho, o nada. Probablemente la historia verdadera sea mucho menos "apasionante" y un autor anónimo e imaginativo le ha dado un toque "literario", je, je.
      Un abrazo, Miguel, y gracias por tu tiempo.

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  5. ¡Qué bárbaro!
    No me extraña que corra de boca en boca.
    ;)

    Un abrazo.

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    1. Historias así no corren, sino vuelan cual velero bergantín.
      Un abrazo.

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  6. Jajaja, muy bueno, pero tengo que decirte que me suena muchísimo, no sé de que, pero es cierto. Es como si lo hubiera visto en una peli.
    un abrazo Josep, y buena semana.

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    1. Es muy probable que te haya llegado una historia como esta o muy parecida. Deben de haber muchas versiones corriendo por ahí. Me gustaria conocer su origen y qué parte de ella es cierta.
      Un abrazo y que también pases una buena semana.

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  7. Es muy bueno el relato y, verdadero o falso, resulta muy verosímil.
    A ver por dónde le meto yo mano esta vez al micro.
    Un abrazo.

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    1. Como dicen los italianos: Se non è vero è ben trobato.
      Tendrás que rebuscar en tu memoria histórica, a ver qué encuentras, je,je.
      Un abrazo.

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  8. Muy buena leyenda, escrita de forma interesante sin que se pierda el interés en ningún momento. Saludos!

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  9. Ja, ja, ja. Nos has traído una leyenda muy divertida. Yo conocía una parecida, pero era con un conejo.
    Buen relato. Un saludo.

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    1. Pues sí, he preferido una leyenda simpática (hasta cierto punto) que terrorífica.
      Y para el caso, da igual la especie animal de que se trate, ja,ja,ja.
      Un saludo.

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  10. Una lectura satisfactoria como resultado de una historia muy bien contada. Gracias, Josep Mª

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    1. Me alegro que así te lo haya parecido.
      Muchas gracias por venir a leerme y dejar tu comentario.
      Un saludo.

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  11. Es una propuesta excelente. Creo que participaré en la convocatoria.

    Un abrazo, y suerte

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    1. Muchas gracias, amiga. Con tu imaginación, seguro que se te ocurre algo.
      Un abrazo.

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  12. Jeje, es buenísimo, Josep! Me ha encantado.

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  13. ¡Hola!
    Qué bueno.
    No me extraña que estuviera ne tratamiento psiquiátrico, yo creo que infarto directamente, jejeje.
    Muy feliz día.

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    1. Hola, Gemma.
      Es lo que se supone que pasa cuando la mente (o un vecino) te juega una mala pasada, ja,ja,ja.
      Un abrazo.

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  14. No conocía esta leyenda urbana, aunque, como comenta Elda un poco más arriba, me suena de haber visto algo parecido en una película. Y no hace mucho. Aunque no consigo recordar en cuál, la verdad. En cualquier caso, tu relato está muy bien hilado.

    Un abrazo, Josep.

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    1. ES lo que ocurre con estas historias, que acaban convirtiéndose en leyendas urbanas. A muchos les suena haberlas oído, unos cuantos creen recordar haberlas leído, y a otros haberlas visto incluso en la tele o en el cine. Pero nadie sabe a ciencia cierta dónde las han oído, leído o visto, je,je.
      Un abrazo, Pedro.

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  15. Leyenda o realidad, te quedó de fábula.
    Un abrazo, Amigo.

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    1. Sí, esto más bien parece la fábula del perro y el loro, pero con una moraleja para los humanos: nunca hay que mentir, aunque sea para bien.
      Un abrazo.

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  16. Hola, Josep María. Divertida leyenda o realidad y que da mucho yuyu si eres tu quien ha enterrado el loro y lo encuentras a los días vivito y coleando. Un buen relato. Un abrazo.

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    1. Hola, isan.
      Bueo, de hecho habían dos loros, uno el que murió y fue enterrado en el jardín por sus dueños y que luego fue desterrado por el perro (ya se sabe que los perros urgan donde creen que hay algo interesante) y el que fue comprado por los vecinos (para sustituir al que creyeron que su perro había matado) y que devolvieron a la jaula para hacerles creer que era el original, sin saber que aquel había muerto.
      Hago esta aclaración (aunque ignoro si alguien más la leerá) porque me ha parecido que algún lector ha creído que el loro muerto había resucitado o era un fantasma, je,je. Eso solo lo creyó la pobre mujer al verle de nuevo en la jaula, creyendo que era el que habían enterrado días atrás, ja,ja,ja.
      Me alegro que te haya gustado.
      Un abrazo.

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    2. Sí, sí, estaba claro que le habían dado el cambiazo. Lo decía porque la dueña del original no se había dado cuenta, luego, para ella sí se había obrado el milagro.

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  17. jeje Josep, parece sacada de un capítulo de la serie "La que se avecina" ¡Menudo susto!
    Un abrazo

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    1. Pues sí, con unos vecinos como esos se puede esperar cualquier cosa. Claro que si todos eran tan amigos, no entiendo cómo los García no les comentaron a los Pardo que su querido y viejo loro había muerto. Pero entonces no habría historia. O leyenda, je,je.
      Un abrazo.

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  18. Ja, ja, ja. Hola, Josep. Muy bueno el relato y los vecinos a la chita callando , jajaja. Buen trabajo. Saludos.

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    1. Los vecinos, los muy..., dejaron que sus amigos creyeran que su loro había resucitado y vuelto a la jaula por sus propios medios, je,je.
      Gracias por tu comentario.
      Un saludo.

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  19. Je,je, es que con las mentiras no se llega a ningún puerto.
    SAludos.

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    1. Muy cierto, Manuela, aunque en este caso, de ser cierto (cosa que no creo), no se cumplió el refrán que dice que antes se atrapa a un mentiroso que a un cojo, je,je.
      Un saludo.

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  20. Me ha encantado. Hay leyendas similares en torno a perros y otros animales domésticos pero es que además has escrito el relato con mucha fluidez. Me he reído y me lo he creído.

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    1. Me alegro que te haya hecho reír, Matilde. Supongo que encontraríamos un montón de leyendas sobre animales de todo tipo y, si no todas, muchas de ellas inventadas.
      Un abrazo.

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  21. Muy bueno, Josep. Lo que me he podido reír. Después de todo no era tan buena la amistad de los García y los Pardo, mira que no sacar del error a la pobre mujer. Yo sin lugar a dudas hubiera rebuscado donde enterré al loro,ja,ja,ja,ja. Buen micro. Un abrazo.

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    1. Hola, Carles. Me alegro que esta historia te haya resultado divertida. Hay drama, locura y mentira aaprtes iguales, je,je.
      Gracias por comentar.
      Un abrazo.

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  22. Hola, Josep. Que bien le has dado al reto de este mes. Aquí hay una de un gato que también parece bastante real. A una señora mayor en plena calle la arrancaron el bolso de la mano y el ladrón lógicamente salió corriendo como alma endemoniada. Cuando fueron a socorrer a la anciana esta tenía un ataque de risa incontrolable. Finalmente cuando pudo explicarse comentó que llevaba en el bolso a su gato, que se había muerto, y no sabía que hacer con el 😂🤣
    Saludos 🖐🏼

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    1. Hola, compañero. He tomado esta bistoria como referencia para el microrreto de este mes porque, ante la duda de su veracidad, yo mismo la catalogué en su día (hace de eso muchos años) como una leyenda urbana.
      La anécdota de la vieja y el gato también es para reírse un rato (mira, me ha salido un pareado, ja,ja,ja).
      Un saludo.

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  23. Qué bueno, Josep. A parte, me gustó mucho la intro, llegué a pensar que ese era el micro, je, je. Los malentendidos al poder, si es que hay cosas contra las que no se puede luchar. Y encima, permitieron que la mujer perdiera el juicio por no confesar su malentendido, ja, ja.
    Magnífico micro, Josep, creo que nunca me voy a comprar un loro, por si las moscas, je, je.
    Un abrazo!

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    1. La introducción quizá es un pelín larga, de ahí la confusión, je,je.
      En esta vida se dan muchos malentendidos, algunos de los cuales pueden resultar en situaciones graves, como la de este caso.
      A lo largo de mi vida he tenido varios periquitos y luego he tenido perros, pero nunca coincidieron ambas especies bajo el mismo techo, je,je.
      Me alegro que te haya gustado esat historieta.
      Un abrazo, amigo.

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  24. ¡Hola, Josep! Una leyenda clásica contada de la manera que se deben contar estas historias, de manera fluida, natural y con ese tono de cercanía, como si fuera una confidencia. Un relato así es imposible que no atrape a cualquiera. Además, leyendo el comentario de José Casagrande sobre que eso le había pasado a sus vecinos, nos da una idea de lo profundamente extendidas que están estas historias. Una lectura deliciosa. Un abrazo!

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    1. ¡Hola, David! Las leyendas, al igual que los cuentos para niños, hay que contarlas como si se trataran de hechos reales, para que quienes las escuchan se las crean, je,je. Además, como bien mencionas en tu presentación de esta edición de microrretos, a lo largo de la cadena boca-oído, los distintos eslabones van añadiendo detalles de cosecha propia para dar, de este modo, más credibilidad a la posible farsa y, por lo visto, funciona, je,je.
      Me alegro mucho que te haya gustado.
      Un fuerte abrazo.

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  25. Una resurrección que no me extraña volviera medio loca a la mujer... Menudo susto. Buen micro. Un placer leerte. Saludos

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    1. En todo caso, fue una falsa resurreción, porque, aparte de que resucitar es del todo imposible, el loro que se encontraron en la jaula no era el suyo, el que murió antes de que se marcharan de excursión, sino uno nuevo que compraron y metieron en la jaula los dueños del perro creyendo que este lo había matado. Sea como sea, la pobre mujer quedó gravemente afectada, je,je.
      Un saludo.

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  26. Ohh, me ha encantado recordar esta historia! Si es cierto que no es muy conocida, no recuerdo ni donde la leí hace ya casi mil años, pero es una de esas historias que te puedes creer con mucha facilidad porque pueden suceder perfectamente, y que ha sucedido… Mi perro, para no ir más lejos, me trajo una vez un trofeo parecido!
    Un saludo!

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    1. Así que tú también la conocías, je,je. Muchas de estas leyendas, si es que lo son, suelen remontarse a tiempos pasados que quedan en el olvido y uno solo las recuerda cuando las oye de boca de otra persona.
      Espero que el trofeo que te trajo tu perro no te alterara mentalmente, ja,ja,ja.
      Un saludo.

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  27. ¡ H o l a ! : ¡¡¡Nunca tan leyenda urbana como en estos adosados!!! Las relaciones humanas dan para mucho de sí, y supiste captarlo de una manera colorida, dinámica como los propios animalitos protagonistas y simpática, porque esto es así: Dentro de la suma tribulación de la mujer de Julio (¡pobrecita realmente!) mueve mi sonrisa comprensiva a aflorar. Es desenfadado y muy ameno. ¡Y te deseo Lo Mejor!
    J u a n

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    1. Hola, Juan. Efectivamente, las relaciones humanas dan pie a muchas anécdotas y malentendidos que cuando se cuentan se distorsionan tanto que acaban siendo historias muy distintas a las reales.
      Me alegro que "mi leyenda urbana" te haya gustado.
      Muchas gracias por venir a leerme.
      Un abrazo.

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  28. Muy buena leyenda, la verdad es que vaya susto la vecina cuando ella misma enterró a su loro. Un abrazo.

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    1. Un susto muy comprensible. Lástima que los dueñois del loro no sospecharan nada extraño y no investigaran un poco. Por lo menos, la mujer se habría ahorrado pasar por ese episodio psiquiátrico.
      Un abrazo.

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  29. Josep, que buena historia, y todo por no confesar que lo habían comprado ellos.
    Con tu permiso me quedo por aquí leyendo.
    Un saludo.

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    1. Hola, Àngel. Ahí está, o estuvo, el gran fallo: no confesar la verdad. De este modo habrían ahorrado a sus vecinos tamaña sorpresa y posterior trauma.
      Puedes quedarte por estos andurriales tanto como quieras. Eres bienvenido.
      Un saludo.

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  30. Desconocía esta leyenda urbana. Me ha mantenido intrigada durante su lectura. Gran historia! Felicidades. Saludos, Josep Mª!

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    1. Hola, Mayte. Pues ha resultado mejor que no la conocieras, así te ha podido mantener intrigada hasta el final, je,je.
      Muchas gracias y un saludo.

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  31. ¡Hola Josep! Me ha gustado mucho esta leyenda urbana. Tiene un final muy impactante y me ha parecido que la has escrito con un cierto toque de humor. Enhorabuena y saludos!!

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    1. Hola, Cristina. Muchas gracias por tu comentario. De hecho, al margen del drama familiar, la historia en sí no deja de ser graciosa.
      Un saludo.

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  32. Vaya con el loro y el perro. Los loros son animales que llevan a conflicto, de hecho yo también me sé una historia sobre uno con un final algo dramático. Mira, lo mismo la pongo en el microrreto del Tintero.
    Te ha quedado genial.
    Un beso.

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  33. Muchas gracias, Paloma, por comentar y compartir tu propia experiencia con otro loro, je,je.
    Anímate y escribe esa historia para el Tintero, seguro que a ti sí que te sale genial.
    Un beso.

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  34. Jajaja, no me extraña que la mujer se asustase,... con lo que viven los loros, seguro que llevaba varios años viviendo con ellos, así que impresión debió ser grande,... aún así yo también me callaría,.... ;-)
    Un abrazo!

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    1. Pues sí, los loros son muy longevos. Seguramente cuando lo adoptaron ya tenía una edad avanzada y vivió con esa familia hasta el fin de sus días. De ahí que le tuvieran tanto cariño. Lo que no se esperaban era que volviera a aparecer en su jaula después de haber estirado la pata, ja,ja,ja.
      Un abrazo.

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  35. ¡Hola, Josep Mª! Como se suele decir en estos casos: "la realidad supera a la ficción"(suponiendo que esté basado en hechos reales, jeje). Muy buena historia. ¡Un abrazo!

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    1. Hola, Beri. No sé si esta historia es real o ficticia, pero desde luego sorprendente y, hasta cierto punto, divertida, je,je.
      Un abrazo.

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  36. Muy interesante y redonda la historia.
    Es lo que pasa por tener perros curiosos y loros subterráneos. Siempre es culpa de los amos
    Saludos

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    1. Desde luego, si los dueños del perro hubieran estado atentos a lo que el animal hacía, se habrían evitado malentendidos y, sobre todo, el drama final, je,je.
      Un saludo.

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  37. Vaya tela, Josep. Y seguro que encima el perro sufrió algún tipo de reprimenda. Je, je, je. Pero es que la señora García se lo tomó muy a mal. ¡Encima que se produce un milagro le da por coger una crisis nerviosa!
    Una leyenda urbana muy divertida y bien llevada.
    Un saludo.

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    1. Hola, Bruno. Al pobre perro seguro que lo atormentaron con reprimendas injustas. Al fin y al cabo el animal se dejó llevar por su instinto de búsqueda de objetos enterrados, je,je.
      Y también creo que la señora García ya andaba un poco inestable mentalmente, ja,ja,ja.
      Muchas gracias `por tu comentario.
      Un abrazo.

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  38. Que buena historia Josep je je je
    El perro inocente hizo lo que todos los perros revolver en la tierra y mira tú lo que fue a encontar
    Te felicito
    Un abrazo
    Puri

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    1. Los Pardo no fueron muy observadores que digamos, pues, habiendo estado enterrado varios días, el loro que su perro traía en la boca, debía estar sucio de barro y ya en fase de descomposición, je,je.
      Un abrazo, Puri.

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  39. Buenísimo, aún me río. "No sé, pero que yo sabía que" estas historias te iban al dedo por tu estilo narrativo. Y esta leyenda urbana es la prueba. Todavía me río. Gracias Josep Mª. Un abrazote.

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    1. Me alegro que te haya hecho reír, es lo más sano que existe, je,je.
      Muchas gracias, Eme, por tu comentario.
      Un abrazo.

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  40. Muy bueno, Josep, no la conocía y me he reído un montón.
    Abrazos

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    1. ¡Hola, Paola! Cuánto tiempo sin saber de tí. Algún apagón general debió cortarnos la conexión, je,je.
      Me alegro que tu visita te haya procurado un poco de alegría.
      Un abrazo.

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  41. Hola Josep, qué buen micro nos has regalado, conciso y muy jocoso además. Una leyenda con todas las reglas, ja, ja.

    Feliz resto de la semana.

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    1. Muchas gracias, Harolina. Me alegro que te haya gustado.
      Un abrazo y te deseo lo mismo.

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  42. Hola, Josep, me ha gustado mucho el tono natural, fluido, del que te está contando algo al lado. Y sí,es una leyenda urbana con todos sus ingredientes porque a medida que lo leía iba recordando que ya me lo habían contado, excepto lo del tratamiento en el psiquiátrico. La gente la va ampliando.
    Un abrazo.

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    1. Hola, María Pilar. Me alegro que te haya gustado este relato. Y sí, en estos casos suele suceder que cada uno aporta su granito de arena a la historia, ya sea cierta o falsa, de modo que al final poco se parece a cómo empezó a contarse, je,je.
      Un abrazo.

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  43. Jajaja esta leyenda urbana tendrán que llamarla la Venganza del loro o el loro fantasma. Buena leyenda con una gran lección...

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    1. También se podría llamar los vecinos traidores, ja,ja,ja.
      Muchas gracias por pasar.
      Un abrazo.

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  44. Ya te vale , Jose que bueno eres no pensaba en ese final , ajajajajajaj
    la pobre mujer acabo loca de atar , que remordimientos tendrían la familia pardo
    al comparar el loro , y no decirles nada , muy bueno si señor.
    Te deseo una feliz tarde , besos de flor.

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    1. El final es de traca, je,je. Hay que ser muy mal vecino y peor amigo para ocultar semejante cambiazo y dejar que la pobre mujer padeciera una crisis nerviosa.
      Un abrazo, Flor.

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  45. Hola, Josep: Simpatica y divertida historia. No sabía de ella, pero es verosímil enter vecinos con la conciencia intranquila.Muy bueno. Un saludo

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    1. Hola, beba. Entre vecinos a veces suceden cosas inauditas, pero a veces también se cuentan cosas falsas, je,je.
      Un saludo.

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